Cuando empecé a trabajar con Internet pensaba que la irrupción de Internet en nuestro día a día era una oportunidad para todos y más para el turismo rural. Desde hace años que trabajo con señalización de recursos y rutas en destinos turísticos y más especialmente en el mundo rural. Uno de los problemas que tiene esta tipología turística está vinculada directamente con el territorio y con la accesibilidad, o, mejor dicho, la falta de ella.
En la teoría económica básica se dice que las zonas más accesibles, más vinculadas con los centros físicos o de toma de decisiones, son las que tienen más posibilidades de crecimiento y al revés: las zonas más alejadas de los grandes centros corren el peligro de caer en una espiral de decrecimiento, ya sea la periferia de una gran ciudad o un pueblo en el interior de España.
Pues bien, una de las teorías que defiendo y que de hecho estoy investigando en mi Tesis Doctoral sobre “Los municipios turísticos de interior de la Comunitat Valenciana en Internet” es que este medio ha permitido en algunos aspectos superar estas barreras y lograr que algunas empresas y destinos puedan participar de la economía globalizada en iguales condiciones que los demás.
Recientemente descubrí una web muy interesantes que me demostró que las cosas están cambiando, en la web de Club Rural, un portal de Turismo Rural, han ido introduciendo poco a poco numerosos elementos que lo convierten en un buen ejemplo de cómo se adaptan a estos nuevos tiempos:
a) El subtítulo: “Locos por el turismo rural” me gusta porque es en cierta forma atrevido, creativo, algo irreverente, no es un portal serio y gris sino que denota que está vivo y que lo que lo mueve es la pasión.
b) Las pestañas de uso: Casas y Hoteles, Ofertas Casas Rurales, Viajeros y Blog: no sólo se limitan a exponer las casas asociadas a este club sino que entran de lleno en la web 2.0. con dos elementos fundamentales: un espacio para los viajeros, para los clientes, y un espacio párale día a día, el blog, donde se habla del turismo rural en general, y ambos elementos con el objetivo claro de crear una comunidad de usuarios y de hablar del entorno, de lo que pasa en el mundo rural, como forma de atraer visitantes. Al fin y al cabo se trata de darle peso al cliente, a la demanda, frente al peso excesivo que se le daba a la oferta anteriormente.
c) El uso de las redes sociales: desde tres puntos de vista: siempre aparece la posibilidad de seguir a Club Rural en los canales 2.0., en cada post del blog se da la opción de compartirlo con nuestra red social y por último está integrado el muro de Facebook en la página.
d) La geolocalización: quizás por deformación profesional me ha llamado la atención el mapa que utilizan para mostrar las casas rurales, se trata de un mapa tremendamente sencillo pero efectivo, realizo con Mis Lugares de Google Maps y embebido en la web. Incluso los iconos no diferencian entre tipología, simplemente muestra la localización. A partir de aquí se puede mejorar pero la base ya está generada y de forma intuitiva y clara.
En definitiva esto es solo un ejemplo que he utilizado para ilustrar la hipótesis confirmada de que el turismo rural tiene un gran potencial en Internet y no se trata simplemente de tener Facebook o Twitter, se trata de utilizar las herramientas existentes como extensión de las empresas o destinos, de hablar del entorno y del día a día que te rodea, de conversar, de unirse con otras empresas que son “competidoras”, es decir, que compiten y comparten a partes iguales, que se unen en portales más grandes como Club Rural para ser más competitivas y que, en definitiva, tienen que emplear tanto o más esfuerzo que antes para sobrevivir y llegar a los clientes que, por primera vez no los van a encontrar en Ferias de Turismo o en carreteras perdida, sino en un mundo globalizado donde tienen su sitio y encontrarlo sólo depende de ellas.