Borja Niso es el mejor pianista de sueños…pero no, no es el mejor pianista, pero lo conozco bien y en cuestión de emprender y soñar es único. Hoy voy a hablar de un amigo, de los mejores que tengo, Borja Niso, que le ha dado un vuelco a su vida y ha pasado de las teclas del ordenador a las teclas del piano en apenas tres años.
Lo hago, en primer lugar porque me apetece y creo que es un ejemplo; pero también porque hay varios medios de comunicación que le han anulado entrevistas porque no se han creído la historia: no sé si porque no han investigado lo suficiente (lo que dice bastante de su falta de profesionalidad), porque no se fían (lo que dice bastante de su falta de empatía) aunque quiero creer que ha sido porque les ha parecido extraordinaria e increíble (lo que dice bastante de su mediocridad).
Así pues, esta es la historia que yo he vivido, sobre una persona que, en tres años, ha transformado completamente su vida:
Conocí a Borja Niso hace unos diez años. Yo estaba trabajando de Agente de Empleo y Desarrollo Local en una ayuntamiento valenciano y el director de la agencia me habló de un chaval de 27 años que era un portento y que tenía una empresa tecnológica con decenas de personas empleadas y proyectos muy innovadores. Vino a dar unas charlas al municipio y lo pude conocer. Desde el principio conectamos y me encantó su visión y pasión por el futuro y la tecnología. Así que, pronto, me ofreció colaborar con él en un proyecto pionero de mapas y móviles (hablo del 2011), en el que estuve embarcado varios años. Lo que más me sorprendió fue que a los dos días me envió un contrato profesional para confirmar el acuerdo, era la primera vez que alguien lo hacía y no me hacía promesas de futuro, palmadas en la espalda o promesas imposibles. O cuando fui a Madrid a trabajar y me pagó el kilometraje y el hotel y no me dejaba pagar ninguna comida (todo esto puede parecer una tontería, pero cuando eres joven eso se agradece mucho y me hizo pensar sobre la mediocridad sobre la que estaba trabajando hasta esos momentos, supongo que por mi juventud).
Al final, ese proyecto acabó y Borja cambió de rumbo profesional, aunque siempre vinculado con la tecnología. Mientras tanto compaginaba algunas “locuras” personales, como cuando le dio por hacer saltos con paracaídas hasta llegar a hacer más de 300 u otras como apoyar a ONGs involucrando a todo el que podía para conseguir juguetes y comida para niños necesitados en navidades.
Eso sí, siempre que venía a Valencia me llamaba y, año tras año, teníamos una cita ineludible en la Feria de Turismo de Madrid (Fitur), casi como una excusa para vernos y darnos un abrazo.
Hace tres años me dijo que había empezado a tocar el piano. Lo tomé como otro de sus hobbies, además, había compartido horas de conversación con él y nunca había salido la música como una pasión compartida, ya que yo sí era un apasionado de todo lo que tenga que ver con ésta.
Borja jamás había cogido un piano, de hecho usó la primera vez el de juguete de su hijo, no sabe leer música. Cuando me enteré que aprendía viendo videos de Youtube y replicando las notas hasta interpretar canciones no me sorprendió, es más, me provocó una sonrisa.
Poco después me contó que estaba cada vez más “enganchado” al piano y tocando canciones más elaboradas de su querido Ludovico Einaudi (a quien yo no conocía hasta ese momento). Seguimos en contacto y, hace poco más de un año, me contó que quería tocar conciertos para el público, sabiendo que era un principiante, pero también que era, de alguna forma, su destino: hacer que otros sintieran las emociones que él sentía con la música. Le animé a hacerlo, envió cientos de mails, hizo cientos de llamadas, entro en páginas web, contactó por redes sociales sin mucho éxito. Pero un día, tras tanta insistencia, le permitieron dar un concierto de forma gratuita y ahí empezó todo. Con ese ejemplo fue pasando de un concierto a otro hasta completar una gira por toda España este año 2019. Además, paralelamente, fue componiendo sus propias canciones.
Sus conciertos son bastante largos, unas dos horas, y suele tocar las piezas unidas unas tras otras con sus propias notas. Antes de empezar y tras una breve parada intermedia suele coger el micro y hablar de su historia y de por qué está ahí, así como agradecer al público su asistencia, sean 1.000 o 28 personas. Para darse a conocer usa las redes sociales y la publicidad en Facebook a partir de la geolocalización, es decir, en los lugares en los que va a tocar. Ese dinero lo invierte él, en ocasiones lo recupera y otros no, no hay que olvidar que Borja es empresario antes que músico y sabe que, para tener un retorno, primero hay que invertir y arriesgar.
En una de nuestra últimas conversaciones me dijo que quería grabar un disco, poco después realizó una campaña de crowdsourcing con Verkami y consiguió reunir los 6.000€ para hacerlo. Lo último ha sido unirse a un violinista para adaptar todo su repertorio a este instrumento y darle un nuevo cariz a su música. Además, ha dejado por completo su trabajo tecnológico para dedicarse al 110% a la música.
No puedo evitar realizar un análisis profesional sobre el porqué de este éxito que, bajo mi punto de vista, es:
1.- Pasión: Borja Niso se implica al 100% en todo lo que hace, de forma intensa e incluso compulsiva, siguiendo su corazón sin dejar que pase previamente por la cabeza.
2.- Esfuerzo: han sido horas y horas cada día durante los últimos años para aprender a tocar el piano, compatibilizándolo con otro trabajo, su familia y dar conciertos los fines de semana.
3.- Marketing: hay miles de pianistas más preparados que Borja, no es el mejor pianista en absoluto, pero él sabe de marketing y sabe venderse y usar las redes sociales para llegar a su público.
4.- Fans: se ha creado una comunidad de fans que crece cada día y que alimenta uno a uno, contestando a todos sus mensajes, hablando con ellos, sin intermediarios, de forma muy humilde y considerada.
5.- Seguridad: como sabe lo que quiere siempre ha tenido una gran seguridad que se proyecta hacia fuera.
6.- Talento: desde luego todo esto sólo puede ser posible cuando tienes un gran talento, lo descubres y haces por explotarlo.
7.- Fusión: siempre está experimentando con otros instrumentos (flauta o violín), bailarinas o poetas locales que tienen cameos en sus espectáculos.
8.- Una historia: para mi es la clave, no es un producto, no es algo que se consuma y ya está, hay una historia humana detrás que sostiene su nueva vida.
Si has llegado hasta aquí verás que es un post distinto, no habla tanto de temas profesionales, no hablo, como digo en el título, del mejor pianista del mundo, pero sí hablo de emprender y de soñar. No va a ser nada fácil, Borja se enfrenta a un reto vital para él, pero estoy seguro de que lo conseguirá. Por mi parte, es una de las mejores personas que he conocido, para mí es superdotado y no sólo por el piano, también lo he visto programar código fuente como quien escribe una carta, sólo él es capaz de pensar en componer una canción en homenaje a Stephen Hawking el día de su fallecimiento.
Sirva este post como mi forma de reivindicar una historia tan real como la vida misma, sin frases de autoayuda como “si quieres puedes”, sólo con hechos, mucha pasión y un esfuerzo y sacrificio personal y profesional inmenso (él sabe bien a qué me refiero). Por mi parte, estoy orgulloso de seguir formando parte de esta historia como un privilegiado espectador y con los oídos siempre dispuestos a emocionarme cada vez que toca una tecla del piano, si la música es subjetiva, si la música es emoción, para mí Borja Niso es el mejor pianista de sueños.
Si quieres vivir la experiencia de un concierto suyo te invito a seguirlo en su nueva web y en sus redes sociales:
Anexo: reseña que le puse en Linkedin, que resume muy bien mi opinión sobre su historia:
“Borja era un profesional antes de descubrir el piano y es otro después. Pero él sigue siendo el mismo: una persona apasionada por todo lo que hace, con una alta capacidad de disciplina y sacrificio. Ha pasado de lo racional, la informática y la empresa; a lo emocional, la música y las personas. Y esa transformación se intuye en su obra, comenzó siguiendo a Ludovico, pero se está transformando en un compositor con criterio propio. He visto varios conciertos suyos y cada vez es distinto, porque su experiencia vital la incorpora cuando toca el piano y consigue contarnos una historia y hacernos vibrar. Además, su historia demuestra que los sueños se cumplen si nacen desde el corazón y se hace un gran sacrificio para alcanzarlos. Si tienes ocasión de ir a verlo o de contratarlo no lo dudes porque no lo olvidarás”.