El pasado Miércoles 23 de septiembre de 2020, estuve en las Jornadas de sensibiliación turística de Terres del Maestrat, ànima interior, en el Santuari Font de la Salut en Traiguera, impartiendo la conferencia  «Tecnologías para el turismo de interior».

El desarrollo del turismo de interior está ligado al potencial de la tecnología, que puede convertirse en una herramienta muy potente para conectar con los visitantes. En el desarrollo de mi Tesis Doctoral “Los municipios turísticos de interior de la Comunitat Valenciana en Internet”, que luego derivó en el libro “Turismo rural online: páginas web y redes sociales” (UOC, 2019), identifiqué que existe una relación directa en la que los destinos de interior pueden tener un mayor desarrollo turísticos si saben usar la tecnología de forma adecuada. Además, en mi conferencia TEDxUPVAlència, “¿El futuro de la geografía depende de la tecnología?” exploraba las posibilidades que ofrece la geografía y la tecnología en el desarrollo futuro.

En esta conferencia para el destino turístico de Maestrat, un territorio compuesto por 10 municipios del interior de la provincia de Castellón, planteo el desarrollo de soluciones tecnológicas a través de cuatro aspectos: el posicionamiento, la geolocalización, el geomarketing y la datificación, con un anexo de 40 herramientas online y gratuitas con las que la administración, empresas y asociaciones pueden poner usar la tecnología al alcance de todos en Internet para el desarrollo de los destinos turísticos y el turismo de interior.

Mi agradecimiento al Plan de Dinamización Turística Terres del Maestrat por la invitación, encarnado a través de mi buen amigo Agustín Arambul (Bul), quien siempre confía en mí para colaborar en todo tipo de iniciativas

Adjunto la presentación y el video resultante

¿El futuro de la geografía depende de la tecnología? ¿Hacia dónde se dirige la profesión del geógrafo?. La Geografía es la ciencia que relaciona a los seres humanos con el espacio que habita en el Planeta Tierra. Los geógrafos profesionales trabajan en 5 ámbitos: Tecnologías de Información Geográfica, planificación urbanística, desarrollo territorial, medio ambiente y Sociedad del Conocimiento. A través de estos, exploro 10 tecnologías que van a definir la geografía del futuro y nos permiten imaginar cómo será el futuro de la geografía y de la tecnología geoespacial: datos geolocalizados, Localización Inteligente, Inteligencia Artificial, blockchain, Internet de las Cosas, 5G, realidad aumentada, realidad virtual, robots, chatbots. Tal y como digo en la frase final “la tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares”.

A continuación comparto mi conferencia en la 5a edición del TEDxUPVAlència 2020, junto al texto de la misma:

Yo soy geógrafo y estoy orgulloso de ello, me encanta mi profesión. Y no, siento decepcionaros, pero no me sé los nombres de todos los ríos, las montañas ni todos los países del mundo…no soy un Trivial con patas. La geografía es mucho más, es la ciencia que estudia las relaciones entre los seres humanos y el planeta, es una ciencia que describe, analiza, explica y transforma el mundo. Hace 10.000 años el ser humano se hizo sedentario: hemos pasado de ver lo que sucede a través de la ventana de nuestra cueva, lo más cercano a nosotros,  a ver lo que sucede en la aldea global desde la ventana de nuestro móvil. La tecnología es lo que nos permite explorar y descubrir nuevos mundos y, a mí, me fascina la tecnología.

Todo está cambiando y va muy deprisa. Según el Foro Económico Mundial en 5 años, en el año 2025, habrá más máquinas inteligentes trabajando que personas…, ¿os habéis planteado cómo será el futuro de vuestra profesión en la 5ª Revolución Industrial? Yo si. Me pregunto en qué trabajarán los geógrafos, cual será el futuro de la geografía, para ello, debemos imaginar cómo será la geografía del futuro. Os invito a acompañarme en este viaje y a que, cuando hable de geografía, cambiéis esa palabra por vuestra profesión, porque al fin y al cabo esta revolución nos afecta a todos.

No vivimos sólo en el planeta Tierra, sino, al mismo tiempo, vivimos en un mundo virtual y digital: el ciberespacio:estamos en varios sitios al mismo tiempo, nos relacionamos con gente a la que nunca veremos físicamente, usamos dinero digital, nos movemos por autopistas de la información… al mundo físico de las personas hemos de integrar el mundo digital y los robots ¿existe lugar para la geografía en este nuevo mundo?

Si unimos la palabra geografía y tecnología obtenemos la geotecnología, que está más presente de lo que pensamos en nuestro día a día: desde los satélites que sobrevuelan nuestras cabezas hasta el GPS de los móviles en la palma de nuestra mano, pasando por los mapas online y la información geográfica…el 69% de las consultas de Google implican una localización específica y, este año, la industria geoespacial crecerá hasta los 72 billones de dólares en todo el mundo. Los datos geolocalizados generarán un valor de consumo de 500 billones de dólares.

Los datos…nos movemos pegados a nuestros móviles y todo queda registrado, ¿cuántas veces creéis que se graba nuestra geolocalización?… en algunos casos la localización se recolecta hasta 14.000 veces al día. Estamos pasando de un proceso de digitalización a un proceso de datificación, por ejemplo, el grupo Metallica elige dónde tocan y qué canciones en función de lo que la gente escucha en cada sitio. Spotify ya no vende canciones, sino los datos de los sentimientos y las emociones de las personas que escuchan música según cuándo las oyen y dónde las oyen. Todo esto también es geografía.

Pero además de la geotecnología, el resto de las tecnologías también impacta en la geografía: localización inteligente, Internet de las cosas, inteligencia artificial, realidad mixta, robots, etc. ¿todo esto tiene que ver con la geografía? ¿Cómo influirá la tecnología en la relación entre las personas y el espacio?

Estas preguntas son la que definirán la geografía del futuro, vamos a intentar responderlas hablando de 10 tecnologías en torno a 5 grandes ámbitos de trabajo del geógrafo profesional y, de paso, veremos con ejemplos que la geografía es mucho mas que memorizar ríos, montañas y países.

Tecnologías de la información geográfica: un geógrafo trabaja con información geográfica y ésta se basa en datos. En el futuro le daremos mucho más valor a nuestros datos geolocalizados, todos los estudios confirman que un dato que incorpore una componente espacial aumenta considerablemente su valor.

Y hablando de valor, ¿cuánto valen nuestros datos? ¿lo sabéis? Las empresas de datos de ubicación venden los datos de un usuario durante un mes por 1€ cada uno, tus datos valen 1€, con 300 € podría comprar todos vuestros datos de dónde habéis estado este último mes.

También se trabaja con big data, grandes volúmenes de datos, smart data, que son datos inteligentes, el open data nos dice que los datos deben ser públicos, abiertos y compartidos. Al uso de los datos en el espacio le llamamos localización inteligente y sirve, por ejemplo, para predecir cómo se van a mover las personas y los coches autónomos.

La geografía del futuro deberá organizar todos esos datos para encontrar las soluciones más eficientes, por ejemplo si predecimos cómo se va a mover la gente y los vehículos podemos evitar congestiones en las ciudades o reducir impactos medioambientales.

Planificación urbanística: el llamado Internet de las cosas implica que todos los objetos estarán conectados a la red, son como nodos de un sistema que emiten y reciben información de forma ininterrumpida y a tiempo real. Pero eso tiene su cara B, por ejemplo, el año 2016 se infectaron miles de aparatos domésticos con un pequeño software que dio a un hacker el control sobre los aparatos para atacar páginas web de Amazon, Netflix, The Guardian o la CNN entre otros.

La geografía del futuro se preguntará dónde están esos objetos, de qué tipo son, qué información emiten y reciben y como se relacionan e impactan en el medio, tanto medioambiental, como socioeconómico.

El Internet de las cosas se desarrollará gracias a la tecnología 5G, que implica la posibilidad futura de suministrar y consumir más datos, a tiempo real y por más usuarios al mismo tiempo. En caso de los mapas la tecnología 5G permitirá usar en nuestros móviles imágenes de satélite de alta resolución, una definición más exacta del GPS y consumir gran cantidad de datos geolocalizados.

La geografía del futuro puede desembocar en una guerra por el 5G, dependerá de quien lo controle, quién domine el 5G…¿ dominará el mundo?.

Desarrollo territorial: el concepto Smart aparece cada vez más en el vocabulario tecnológico. La inteligencia nos habla de transformar la información en conocimiento a partir de poner los datos obtenidos en un contexto espacial.

Se dice que la inteligencia artificial superará a la humana, los Emiratos Árabes Unidos ya tienen un ministro de Inteligencia Artificial, Vital es un algoritmo que pertenece al consejo de administración de una empresa de capital riesgo y Finlandia formará gratis a su población en Inteligencia Artificial básica.

La geografía del futuro se preguntará si veremos a una Inteligencia artificial gobernando una ciudad, ¿será más eficiente?, ¿tendrá emociones? y, en ese caso, ¿quien las programará? ¿Tendrá sesgos de raza, sexo o religiosos?…

Claro y todo esto nos hará preguntarnos si lo que vemos es real. La tecnología blockchain son protocolos de intercambio de información descentralizados y seguros, básicamente una tecnología que asegurará que una información geográfica es real. La geolocalización de estos intercambios debería ser una certificación digital de las coordenadas x,y,z con las que nos seguimos orientando en la actualidad, de manera que se pueda verificar desde dónde se ha realizado cada transacción.

La geografía del futuro se preguntará cuál es la mejor manera de diferenciar las coordenadas reales de los mapas falsos, porque igual que hay noticias falsas hay mapas falsos, ya que un mapa es algo subjetivo y responde siempre a unos intereses, ahora mismo hay mapas en zonas de conflicto en los que las fronteras son distintas según desde que país lo mires.

Medio ambiente: la realidad mixta une el concepto de realidad aumentada con el de realidad virtual, generando una nueva forma de ver el mundo donde, a la realidad, se le incorporan elementos digitales o creando nuevos mundos virtuales.

Podremos recrear el medio ambiente para saber cómo nos afectará el cambio climático en una zona, o una inundación y si podemos recrearlo podemos prever el impacto y anticiparnos para minimizarlo o evitarlo.

Podremos mirar un paisaje y ver cómo era antes y qué partes tiene, usar la Realidad Virtual para trasladarnos a otro lugar sin movernos y podremos interactuar sin impactar sobre el medio ambiente de ese lugar.

La geografía del futuro se preguntará si va a ser posible predecir riesgos naturales e impactos medioambientales del cambio climático viendo una representación de cómo podría suceder y evitándolo.

Las impresoras 3D permiten reproducir casi cualquier cosa en la realidad a partir de una construcción digital, desde pequeños objetos, hasta coches y casas, pasando por prótesis o elementos del cuerpo humano.

Igual que podemos recrear partes de nuestro cuerpo, ¿podremos recrear parte de una montaña en 3D? ¿O la montaña entera? ¿Podremos poner una especie de tiritas a la naturaleza para curar lo que nosotros mismos hemos herido?

La geografía del futuro usará esta tecnología para reconstruir partes de un terreno degradado o erosionado, construir maquetas en las que recreen fenómenos naturales, hacer mapas en 3D de los paisajes cuaternarios, etc.

Sociedad del conocimiento: en el futuro los robots tendrán un peso similar a los humanos en el desarrollo socioeconómico y territorial. Al igual que hoy en día se realizan censos de población, será necesario estudiar cuántos robots hay, de qué tipos, cómo se distribuyen en el territorio, cómo se mueven, qué producen, etc.

Los chatbots se relacionan directamente con servicios de comunicación que antes realizaban los humanos. Que las interacciones pasen de humano a humano, de ahí a de máquina a humano y, finalmente, de máquina a máquina, tiene consecuencias muy importantes en las relaciones sociales, económicas y, por ende, territoriales, por ejemplo ¿los chatbots podrán ser habilitados como guías locales que nos acompañen en las visitas turísticas?

La geografía del futuro analizará como afectará esto al mercado de trabajo, ya que los chatbots substituirán a trabajadores poco cualificados. Esto no significa que destruya puestos de trabajo, sino que hay que aprender a entenderse con los robots.

Para mi estas son algunas de las tecnologías que definirán la geografía del futuro y nos van a permitir imaginar el futuro de la geografía.

Horacio Capel, que el año 2008 recibió el equivalente al Nobel de Geografía, dice en sus memorias: “son muchos los futuros posibles y algunos son preferibles a otros, nosotros podemos ayudar a construirlos”.

La respuesta a la pregunta de cuál será la geografía del futuro es que la base de la geografía sigue siendo la misma: los ríos, las montañas y los países, nuestro querido planeta tierra, pero el futuro de la geografía dependerá del equilibrio entre lo físico y lo digital, entre personas y robots, entre emociones y algoritmos.

En definitiva, la tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares.

Muchas gracias

¿El futuro de la geografía depende de la tecnología?

“La tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares”… así acaba mi conferencia en el TEDxUPVAlència 2020. No me importa desvelar el final porque lo importante no es la conclusión (más o menos poética), sino el camino que me ha llevado a ella.

Estamos hechos de lugares

Cómo llego al TEDxUPValència

El año pasado presenté una propuesta para el TEDxUPValència en su 4ª edición y no salió aceptada. Recuerdo que la propuesta era “Los mapas mienten”, sobre los mapas subjetivos y la intención de la cartografía a lo largo de la historia, que responde siempre a intereses de quien los hace o de la época en que se hacen.

A final de año contactó conmigo Belén Arrogante, licenciataria del TEDxUPVAlència para proponerme participar, si encajaba la propuesta que le tenía que hacer, en esta 5ª edición, que se iba a desarrollar bajo el sugerente texto de “It’s time” (es tiempo de…). Tardé medio segundo en contestar que si y en mi cabeza comencé a pensar de qué podía hablar. Cuando llegué a la cafetería de la Universidad de Económicas (a medio camino entre la Universitat Politècnica de València y mi trabajo en Play&go experience) ya tenía una primera propuesta.

Lo primero que hicimos fue “desvirtulizarnos”: nos conocíamos por redes de la época de Twitter (cuando era la vanguardia de las redes sociales) y por amigos en común, como Emilio Forcén, de Amigos del Mapa, a quien admiramos y queremos a partes iguales. Enseguida conectamos y le hablé de la geografía, de los mapas, de las nuevas tecnologías y, sobre todo, de los datos y cómo iban a cambiarlo todo.

De la geolocalización a la geotecnología

Hago aquí un breve paréntesis en este relato para comentar un tema que creo que aporta bastante en relación a la marca personal: he estado años posicionándome como referente en el tema de la geolocalización y las redes sociales y de la geolocalización online después. De hecho, he publicado dos libros al respecto “Geolocalización y redes sociales: un mundo social, local y móvil” (Editorial Bubok, 2012) y “Geolocalización online, la importancia del dónde” (Editorial UOC-El Profesional de la Información, 2016).

Al tratarse de un nicho tan específico, comencé a ampliar mi radio de trabajo, llegando al geomarketing o, su evolución más reciente, la localización inteligente. Eso sí, siempre desde la investigación y la divulgación, ya que la parte de desarrollo la dejo a compañeros que lo hacen realmente bien. De aquí salió otro libro “Geomarketing, redes sociales y turismo” (Editorial Bubok, 2014).

Pues bien, siguiendo con mi desarrollo profesional hace apenas dos años comencé a ampliar de nuevo mi investigación hacia la industria geoespacial y la geotecnología, con publicaciones como “Una aproximación a la industria geoespacial” en MasScience y, el pasado, año entré de lleno en el mundo de los datos geolocalizados publicando en la Revista Telos el artículo “Datos geolocalizados: la moneda de la geotecnología”.

El punto de unión e inflexión de todo esto fue la invitación del Colegio de Geógrafos a presentar mi conferencia «La geografía como profesión al servicio de las sociedades del futuro», en el que reflexionaba sobre mi profesión incorporando lo que había estado investigando recientemente.

Hacerse preguntas, la base de la ciencia

Con todo este rollo que acabo de meter (espero que al menos aporte algo), se entiende que, volviendo al tema que nos ocupa, la primera propuesta a Belén fuera hablar de datos y geotecnología. A partir de aquí comenzamos a trabajar. Ha sido mucho trabajo hasta dar la conferencia TEDxUPValència y centrarme en el contenido que ha versado entre la geografía y la tecnología. La base del mismo fue una reflexión que me hice en la última conferencia que he nombrado: con todos los cambios que estamos viviendo y vamos a vivir, ¿cómo va a evolucionar mi disciplina y mi profesión?, ¿cómo será el futuro de la geografía?. Para lo cual me respondí que debía realizar un ejercicio de imaginación y aproximación a la geografía del futuro.

De este modo, a través de los 5 ámbitos de trabajo del geógrafo profesional (Tecnologías de Información Geográfica, planificación urbanística, desarrollo territorial, medio ambiente y sociedad del conocimiento), exploro 10 tecnologías (datos geolocalizados, localización inteligente, Internet de las cosas, Tecnología 5G, Inteligencia Artificial, Blockchain, Realidad Aumentada y Virtual, impresión 3D, robots y chatbots).

Cómo preparar la conferencia

La preparación de la misma la puedo estructurar en tres partes:

1.- El contenido: han sido muchos meses haciendo, rehaciendo y entregando borradores, hasta 11 que, pacientemente, ha ido leyendo Belén y dándome consejos objetivos y profesionales para huir de mi propia subjetividad y mi sesgo, que me hacía dar cosas como conocidas y, en ocasiones, hablar más para mí que para los demás. Al final el contenido lo he estructurado de la forma clásica de contar una historia: introducción, nudo y desenlace, con un bloque central que, a su vez estaba subdividido en los 5 apartados que he comentado con anterioridad.

2.- Las imágenes: por primera vez no he puesto ningún texto en las imágenes, tenía claro que quería que fueran estéticas y acompañaran, de forma elegante y homogénea, un discurso que debía centrarse en el contenido. Para ello consulté diversas webs de bases de datos de fotografía, pero, con el consejo de socio de Marketingeo Agustín Arambul, me decanté por Adobe Stock y, con una cuenta gratuita obtuve las 10 fotografías que necesitaba para mi charla tras unas cuantas horas buscando las más adecuadas.

3.- La presentación: esto ha sido lo más interesante, ya que hemos disfrutado de unos talleres de la empresa Viviendo del Cuento en los que nos han enseñado a trabajar las emociones, la corporalidad y el equilibrio. Es mucho más importante de lo que parece el dedicarle tiempo a saber comunicar uniendo la cabeza (el contenido científico), el corazón (la emoción y la pasión por mi trabajo) y el cuerpo (como vehículo de comunicación). Han sido dos talleres colectivos de 3h cada uno donde, al finalizar no habíamos pronunciado no una sola palabra de nuestra charla, pero todo estaba enfocado a la misma.

Lo esencial siguen siendo las personas

Mis compañeros de aventura ha sido gente muy diversa, de distintas edades, sexos y profesiones, con trabajos e inquietudes dispares, pero unidos y reunidos por Belén alrededor de un proyecto colectivo. Hemos creado un equipo, en tiempo record, pero lo suficientemente sólido para que nos apoyáramos como si, fallando uno, falláramos todos. Algunos no pudieron venir hasta el final, pero aún así han estado ahí como parte del equipo (o, al menos, así lo hemos sentido).

Me voy a permitir el hablar brevemente de cada uno de ellos (eso sí, sin hacer spolier de sus charlas), porque si tengo que resumir lo que me llevo de esta experiencia ha sido el lujo de conocerlos y compartirla con ellos, lo esencial siguen siendo las personas:

Belén Arrogante: coordinadora, maestra de ceremonias, líder…me ha ido atrapando poco a poco en su universo TEDxUPValència y me ha ayudado en todo momento. Gracias a ella viví esta experiencia TEDx, gracias a ella escribo este post, gracias a ella son mejor profesional, algo ha cambiado en mí, aún no sé que es, pero hay algo…y, sea lo que sea, es gracias a ella.

José Luis y Víctor (Viviendo del cuento): los pongo juntos porque son las dos caras (¿o más bien una?) de este proyecto que une la enseñanza, con el teatro y los negocios. Básicamente se dedican a motivar desde las entrañas, sacando lo mejor de uno mismo.  En este sentido comentar lo que les dije a ellos, es la primera vez en mi vida que disfruto y aprendo con algo así, nunca me ha gustado hacer teatro o el payaso (en el buen sentido) en cosas de trabajo, pero esta vez ha sido diferente: he aprendido muchísimo a conocerme a mi mismo y a controlar unas cosas y a dejar salir otras. Pero, ante todo, son muy profesionales y muy humanos, haciendo que su trabajo sea una obra de arte colectiva.

Carla Espinós: investigadora muy joven, luchando por causas perdidas, no raras, sino únicas. La admiro por su valentía y su amor incondicional por gente que lo necesita de verdad. Su objetivo en la vida es modificar el tiempo para multiplicar la vida.

Andrés Torrubia: pude conocerlo poco, pero lo sigo desde hace tiempo en Twitter y es un referente. Me sorprendió su cercanía, me imagino su cerebro como una fábrica continua de generar ideas y emprender proyectos.

Sonia Valiente: ya la conocía, siempre me ha gustado cómo escribe y cómo comunica, pero sobre todo su sonrisa y buen rollo lo inunda todo a su alrededor, el talento está mucho mas cerca de lo que pensamos y no siempre valoramos.

Alejandro Moreno: si jugáramos a básquet seríamos las torres gemelas, un buen tipo, empático como pocos, pero sobre todo un pedazo profesional que nos representa en Naciones Unidas y tiene el valor de criticar el orden establecido para aportar soluciones.

Alicia Ville: otra joven que le brillan los ojos cuando habla de sus proyectos y de sus ganas de transformar el mundo, si esto es el futuro podemos estar muy tranquilos, exportamos soñadoras que diseñan un mundo más sostenible.

Jaime Gómez-Hernández: sorprendente, de apariencia seria y de profesor, de una gran rigurosidad, que de repente tiene otras facetas complementarias y hace magia con las gotas de lluvia al caer.

Coni la Grotería: la profe, la dulzura personificada, pero también la fuerza para luchar contra las injusticias y hacer que, hasta los gestos más pequeños, tengan importancia para hacer de este un mundo mejor.

Gonzalo Pin: entró como doctor, se mostró como relojero y acabó siendo un maestro para todos nosotros. La experiencia “acumulada” es un grado, pero lo que le define es la palabra humanidad. Todo un descubrimiento.

Elena Denia: algunos tienen la cabeza en las nubes, ella directamente en el espacio exterior. Cuando la oímos recitar la primera vez nos trasladamos a un cuento de estrellas y planetas. Yo, de pequeño, quería ser astronauta, envidia absoluta y admiración a partes iguales.

Antonio Rodríguez de las Heras: reconozco que no sabía quien era, comencé a leerlo y ya me atrapó, pero fue oírlo y se convirtió directamente en un referente para mi, maestro entre maestros, humano y utópico, soy muy afortunado al haberlo conocido.

Bonustrack: aunque no han sido ponentes, han sido esenciales para que el evento fuera un éxito:

Equipo TEDxUPVAlència y voluntarios: a los voluntarios no pude conocerlos, pero mil gracias por vuestro esfuerzo y estar ahí, en la trinchera, haciendo que todo funcione sin esperar nada a cambio y entre bastidores. Al equipo sí pude conocerlo, así como a miembros de la gestión de la UPV, todo mujeres, un encanto con las que enseguida empaticé y, a  algunas, pude conocerlas más en la comida que hicimos el Jueves tras el ensayo general. Si tuviera que resumir lo que me transmitían todas, sin poner nombres, es una enorme sonrisa, la gente que sonríe así tiene dos cosas: son felices colaborando y ayudando y hacen felices a los demás, no se me ocurre mejor trabajo que el de repartir felicidad.

Roberto y The Soundtips: me van a disculpar el resto de la banda que la renombre así, pero Roberto ha sido nuestro enlace con esta joven banda valenciana que amenizó el evento con música en directo, soul y funky del bueno. No sólo es el batería, sino que también fue el fotógrafo del acto y, desde el principio, fue muy cercano e intento implicarnos. Un músico que además es fotógrafo 360 de Google ya sólo por eso me caía bien. No pude estar mucho con él, pero mi respeto más absoluto por su profesionalidad y la de la banda que, aunque amateur, supo comportarse como lo que son: unos artistas.

Y llegó el día

Viernes 28 de febrero de 2020, tuve una reunión de trabajo en la cafetería de la Estación Joaquín Sorolla, luego a tomar un café con mi chica (bueno y mi mujer, mi amiga, la madre de mi pequeño, la razón de que sea feliz. No pudo venir, pero estuvo presente en todo momento), después a casa a ver qué ropa me ponía (si, lo sé, con todo el tiempo que he tenido y ahí estaba, delante del espejo probándome cosas) y últimos ensayos delante de ese mismo espejo. Luego comida ligera y al lío.

Cuando llegué me encantó ver todo el movimiento de gente alrededor de la famosa X del TEDx. Voluntarios, público, compañeros, fotos, inscripciones y, sobre todo, una energía especial en el ambiente. El escenario me ha parecido espectacular, muy cálido y acogedor, pero impresionaba. Luego, en una zona reservada comenzaba a llegar mis compañeros. A las cuatro recogí en la puerta a mi hijo mayor, Hugo, se sentó junto a mis amigos Juan y Jordi…y comenzó el espectáculo.

Me senté y, aunque me tocaba a las 19:30 se me pasó todo volando, las ponencias de mis compañeros, que ya conocía, eran espectaculares, cada uno en su registro, pero todas con una impronta única, mezcla de trabajo, experiencia y pasión. Cuando llegó mi momento estaba nervioso, aunque la foto del resto de mi familia viéndome desde casa me tranquilizó y sobre todo me hizo sonreir. Belén me presentó y salí al escenario: me encontré muy cómodo, aunque nervioso intenté que no se notara mucho y tuve que improvisar en alguna ocasión (aunque tengo mis tablas, son muchos años hablando en público…).

Dar una charla así requiere de una gran concentración y, si te despistas un momento puedes perder el hilo. Lo que más me gustó fue que me hablé pausado, para lo rápido que hablo siempre y, lo que menos, que sonreí poco. Al final son muchas cosas: recordar contenido sin repetirlo como un mono, espalda recta, voz sobria, mantener el tono pero con cambios para no aburrir, no moverme demasiado…ni demasiado poco, dar tiempo a que haya silencios, pasar las diapositivas, controlar los tiempos, etc.

Estamos hechos de lugares, TEDxUPVAlència 2020

Luego el relax, a la gente parece que le gustó y yo pude disfrutar de las charlas finales de mis compañeros más tranquilo. Luego subimos todos al escenario y a reir, abrazarnos y bailar. En definitiva, entre las utopías de Antonio, el buen rollo de los compañeros, la gente conocida y la música de fondo, tuve que apartar a un lado un cierto pesimismo punky que siempre me acompaña (no future) y disfrutar como si, de verdad, hubiera esperanza para la humanidad y el futuro fuera un lugar que construir desde nuestro presente, porque estamos hechos de lugares.

Vivir un TEDx es una experiencia única, muy intensa y que exige mucho trabajo, pero cuyo resultado siempre vale la pena. Por mi parte seguiré formándome viendo charlas de gente de todo el mundo que, de forma desinteresada, exponen al mundo sus ideas y experiencias vitales para inspirar a otros. Espero haberlo hecho, al menos esta story de Instagram de @educacionmderna_ así lo dice y resume muy bien lo que se obtiene del TEDx, algo que no se puede tocar ni medir,  gracias.

PD: el remate fue el detallazo personalizado de la dulce Coni (La Grotteria) para cada compañero y la llamada de Belén de esta mañana, sin más intención que darme las gracias y hablar del evento, recuperando el viejo hábito de conversar por el hecho de conversar.

Territorios inteligentes y datos espaciales es el capítulo que he escrito junto a mi buen amigo Jorge del Río Sanjosé, en el libro «Los territorios rurales inteligentes: administración e integración social, coordinado por Mª Teresa Cantó López, Vicerrectora de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad de Alicante y editado por Thomson Reuters Aranzadi. Es fruto de las reflexiones que se hicieron en unas jornadas el pasado año, en las que estuve invitado por Antonio Martinez Puche, gran geógrafo y amigo, profesor titular de Geografía en la Universidad de Alicante y director del Máster DELEITE. A todos ellos les agradezco la oportunidad de publicar este capítulo.

Desde hace años que me dedico al mundo rural, tanto profesionalmente durante mucho tiempo, hasta la culminación en mi Tesis Doctoral sobre «Los municipios turísticos del interior de la Comunitat Valenciana en Internet» y mi último libro «Turismo rural online: páginas web y redes sociales». Siempre me ha gustado ser muy riguroso en mi trabajo, la siguiente evolución del mundo rural viene dada por el concepto de inteligencia, pero no como una moda o una palabra vacía, sino analizando con rigurosidad qué significa y cómo se puede aplicar en este entorno.

A continuación os dejo el texto de introducción del capítulo «Territorios inteligentes y datos espaciales», con algunas de nuestras reflexiones, aunque os recomiendo adquirir el libro porque, tanto este capítulo, como el esto del libro, tiene aportaciones muy interesantes y, sobre todo, serias y científicas sobre la inteligencia territorial.

II.- LOS TERRITORIOS RURALES ANTE LA NUEVA GEOGRAFÍA

A.- EL PROBLEMA DE SU DESARROLLO EN UN MUNDO URBANIZADO

Desde hace años los territorios rurales se enfrentan a un desafío, basado en su supervivencia en un mundo urbanizado. A sus problemas de desarrollo económico, debido, entre otros aspectos, a un excesivo peso del sector agrícola, en el que se genera un desarrollo económico de bajo valor añadido; se une el problema de la despoblación, ya que estos territorios cada vez tienen menos población y, la que queda, tiene un alto grado de envejecimiento. Además, los modos de vida urbanos se han incorporado a los territorios rurales, hacieno que pierdan parte de su idiosincrasia y su cultura local, que son los principales valores diferenciadores con respecto a otros territorios.

Desde los años noventa, en España, los fondos europeos han intentado revertir esta situación mediante ayudas económicas, con las que se han desarrollado numerosos proyectos con mayor o menor grado de impacto pero, desde luego, sin que hay habido un impacto como se esperaba en dichos territorios o, al menos, sin que hayan conseguido ralentizar la despoblación de los espacios rurales.

En este último año 2018, se han escuchado muchas voces que reivindican un cambio de política para sostener y hacer que muchos territorios rurales sobrevivan. Pero, más allá de los titulares de los periódicos y el impacto puntual que esta problemática tiene en los medios, la realidad es que las cifras siguen mostrando que cada vez hay pueblos que están desapareciendo y no parece que las políticas actuales hayan logrado mitigar esta transformación.

La región, situada en una escala ligada al territorio, se encuentra en una escala intermedia entre lo global y lo local. La globalización ha dirigido la atención del público y los medios de comunicación hacia temas de ámbito internacional y locales. El interés por la escala intermedia y los procesos que suceden en ella ha decaído.

El territorio inteligente ofrece una oportunidad o vía de salida a esta situación. La secretaria de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital (SESIAD) destacó la oportunidad que ofrece el desarrollo inteligente para “buscar soluciones tecnológicas que abarquen todo el territorio, sobre todo a los rurales, que están en peligro de aislamiento territorial y de obsolescencia económica”.

B.- LA OPORTUNIDAD DE INTERNET Y LA GLOBALIDAD

A finales de los años noventa, la aparición de Internet supuso otro revulsivo en estos territorios, que disponen de una oportunidad para potenciar su desarrollo pero que, sin una adecuada estrategia, puede suponer una amenaza. En estos momentos la competencia de estos territorios es global, Internet supone la oportunidad de acceder a este mercado global en igualdad de condiciones, pero también la amenaza que les supone competir con otros territorios en un mercado más desigual.

Internet supone una revolución tan grande como lo fue la revolución neolítica hace 10.000 años, la industrial hace unos siglos o la de la información del siglo pasado. No sólo está transformando los modos de producción, sino la división del trabajo y las estructuras industriales y postindustriales están siendo superadas por una modernidad líquida.

La cibergeografía aparece como un nuevo escenario en el que el mundo físico y el digital se integran en uno solo, los territorios no sólo son físico, sino digitales y del desarrollo de éstos de forma equilibrada depende su desarrollo en el mundo globalizado.

Superada el ciclo de la web 2.0. y los medios sociales, entramos en un nuevo horizonte basado en el Internet del todo, la conectividad y la inteligencia artificial. Un nuevo escenario se abre paso en las sociedades postindustriales y, por ende, en los territorios rurales de éstas.

Muchos territorios rurales están entrando en la era de la digitación y ya se está hablando de otro cambio, todo va muy deprisa y, por ello, se habla de inteligencia de los territorios como un nuevo paradigma, igual que en los años 80 fue el estado del bienestar o los noventa el desarrollo sostenible.

C.- LA EVOLUCIÓN SERÁ INTELIGENTE O NO SERÁ

En este contexto, un concepto que se está imponiendo desde hace algunos años es el de las smart cities, las ciudades inteligentes. A partir de éste se ha trasladado a otros entornos como el turístico, hablado de Smart Destinations o destinos turísticos inteligentes. Otra de las evoluciones nos lleva al término de Smart Rural o territorios rurales inteligentes, intentando trasladar estos términos a una realidad que puede tener elementos comunes pero que, en esencia, es bastante distinta o, al menos, deben ser tenidas en cuenta sus particularidades.

Como todos los conceptos que surgen en la postmodernidad, éste es integrado y fagocitado por el sistema, haciendo que se genere una gran expectativa sobre términos que no se han asentado científicamente, en el que se elaboran manuales estratégicos y operativos que, al trasladarse al mercado, van acompañados de subvenciones o ayudas públicas.

Los territorios comienzan a desarrollar actuaciones en el ámbito de la tecnología, lo que implica que son económicamente muy elevadas y sobre las que los políticos se interesan por la imagen pública que les aporta.

Pero, en realidad, no se sabe bien qué supone y, al igual que pasó con el desarrollo sostenible, se piensa en los territorios inteligentes como un producto antes que como un proceso.

Esto nos lleva a una reflexión y es que la inteligencia se parece mucho a la forma tradicional de gestionar los recursos en los territorios rurales, basándose en un desarrollo verdaderamente sostenible con el medio que los sustenta, pero con un criterio económico, en el que la especialización del territorio es clave.

Igualmente, la toma de decisiones pública en los espacios rurales se asemeja bastante a lo que llamamos gobernanza de las smart cities, ya que el tejido social hace que las decisiones puedan ser más compartidas entre los miembros de la comunidad y sobre todo, más cercanas a su realidad.

Índice
1.- Introducción
2.- Los territorios rurales ante la nueva geografía
3.- El concepto de territorios inteligentes
4.- El valor de los datos espaciales
5.- La inteligencia aplicada a los datos espaciales
6.- Herramientas para la gestión de los datos espaciales
7.- Conclusiones: la inteligencia va de los datos al conocimiento
8.-Bibliografía

Dicen que no se puede adivinar el futuro, pero que las decisiones que se toman en cada momento condicionan éste, de modo que, de alguna forma, sí somos capaces de avanzar el futuro, aunque sin conocer el resultado. Por tanto, lo importante es soñar a futuro y avanzar caminos que nos lleven a éste.

En septiembre de este año, hice público que era un geógrafo que nunca deja de enseñar y de aprender y que abandonaba voluntariamente mi puesto como profesor asociado en la Universitat de València tras 9 años, siendo consciente de que me apasiona dar clase e investigar, pero siempre que sea aplicada a la transformación social y a la resolución de problemas.

Desde el año pasado estuve preparando una propuesta para unas becas del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades denominadas Becas  Torres Quevedo. Se trata de una ayuda que se da a empresas para la contratación de doctores a partir de un proyecto específico a desarrollar durante 3 años, en primer lugar para “favorecer la carrera profesional de los investigadores” y, en segundo “a fin de favorecer la carrera profesional de los investigadores, así como estimular la demanda en el sector privado de personal suficientemente preparado para acometer planes y proyectos de I+D, y ayudar a la consolidación de empresas tecnológicas de reciente creación”.

En octubre de este año se nos comunicó que el proyecto presentado había sido aprobado como un estudio de viabilidad de I+D en el área de ciencias sociales (sub-área de Geografía) con el título “Análisis y evaluación del mercado de datos geolocalizados para el desarrollo de una línea de negocio de datos a través de la gamificación”.

Se da la paradoja de que, tras la lectura de mi Tesis Doctoral en septiembre del año 2017 y mi renuncia a la universidad dos años después, de alguna forma hacía que esta investigación que me llevó 7 años no tuviera sentido práctico, de hecho siempre dije que la acabé por orgullo y para demostrarme a mi mismo que era capaz de hacerlo compaginándolo con varios trabajos y familia. Pues bien, como bien decía Steve Jobs en el discurso de Standford los puntos se conectan siempre hacia el pasado y hoy en día observo cómo la tesis no sólo me sirvió para mucho, sino que me han permitido trabajar en la empresa que más me gusta, Play&go experience, haciendo lo que más me gusta, investigar sobre geolocalización y sobre el fascinante mundo de los datos.

Además, se da la paradoja de que he realizado un camino «supuestamente» inverso a emprender: he pasado de ser autónomo desde hace más de 20 años a ser asalariado a tiempo completo, de emitir facturas a tener nómina, del IVA al IRPF, de salir de la «caja» a entrar…y estoy encantado. Tal y como comenté en mi anterior post estoy en proceso de simplificar mi vida y darle algo más de estabilidad (que mi familia necesita). Aunque no es un trabajo al uso, al estar en una startup no hay nada asegurado, hay que ganarse el trabajo y buscar la supervivencia día a día. Pero, al mismo tiempo, no me siento un mero trabajador que hace sus 8 horas y cobra a final de mes: me permiten la flexibilidad que tenía como autónomo, al igual que me implico como si fuera mi empresa porque así lo siento, formo parte de un equipo y de todos depende que lleguemos lejos.

A continuación pongo parte del estado de la cuestión que sustentará esta investigación tal y como se presentó en la introducción a la memoria de mi proyecto:

Tal y como se comenta en el artículo Comunicación de la industria geoespacial (Beltrán & Del Río 2018) “En la era de la información y la conectividad estamos asistiendo, en tiempo real, al nacimiento de una industria alrededor de los datos. Esta nueva industria, en la que los datos geográficos o espaciales son uno de sus principales protagonistas, se ha convertido rápidamente en un elemento estratégico clave en el desarrollo de personas, empresas, administraciones, universidades y territorios”.

El documento “Tendencias futuras en la gestión de la información espacial” (VV.AA., 2013) fue publicado por Ordnance Survey a solicitud del Secretariado del Comité de Expertos de las Naciones Unidas sobre la Gestión Global de la Información Geoespacial. Este analiza dichas tendencias alrededor de cinco ámbitos: comunicación, negocio, tecnología y desarrollo, formación y legislación.

Algunas tienen que ver directamente con elementos vinculados con los datos y la geolocalización, como son:

– En 5 años habrá mercado para conjuntos de datos como los que se venden a los servicios de navegación y geolocalización, que serán superados por los datos procedentes de OpenStreetMaps y otras iniciativas

– El uso generalizado y la creación de datos geoespaciales dará lugar a la creación de una infraestructura geoespacial de la que la sociedad dependerá

– Los datos procedentes del crowdsourcing se integrarán de forma creciente con los datos de los gobiernos en los próximos 5 a 10 años

– No habrá más de diez proveedores globales de servicios de información geoespacial en el mundo

– El rápido crecimiento llevará a la confusión y a la falta de claridad sobre la propiedad de los datos, los derechos de distribución, las responsabilidades y otros aspectos

– La protección de datos procedentes de procesos como el “raspado de datos” será un problema

Más recientemente, en el pasado año 2017, han aparecidos dos excelentes documentos que analizan y explican la industria geoespacial, se trata del “Global Geoespatial Industry Outlook” (VV.AA., 2018b), editado por Geospatial Media and Communications y el “AGI Foresight Report 2020” (VV.AA., 2018a) de la Association for Geographic Information, en el que se hace una revisión del estado actual de ésta alrededor de cuatro componentes, indicando el peso específico de cada uno de ellos: análisis espacial y Sistemas de Información Geográfica (SIG) con un 17%, posicionamiento y Sistemas de Navegación por Satélite (GNSS) con un 33%, observación de la Tierra (37%) y escaneado (13%).

Tal y como se avanzaba, la geolocalización es una tendencia cada vez más importante en el mercado y la industria geoespacial es una realidad con un enorme potencial de crecimiento. (Del Río, 2015) Por tanto, los datos geolocalizados son esenciales hoy en día, numerosas empresas están integrando éstos como modelo de negocio, como empresas de telecomunicaciones (Movistar, Vodafone) o bancos (Banco Sabadell,

BBVA), siempre desde el Big Data que obtienen de sus usuarios.

Cuando se habla de geolocalización a partir de los datos que generan los usuarios en las redes sociales, se hace referencia al término geolocalización social (Beltrán López, 2015). Play&go experience, al combinar la geolocalización con el uso del juego por parte de los usuarios, se enfoca más hacia esta geolocalización social gamificada.

Un claro ejemplo de una compañía que ha pasado de ser una herramienta con gamificación social a una herramienta de servicio de datos es Foursquare, que comenzó como una herramienta de geolocalización social con elementos de gamificación y ha pasado a ser una herramienta de localización inteligente, mediante la obtención y comercialización de datos a terceros (como demuestra su reciente alianza con Tripadvisor).

La solución que aquí se presenta pasa por analizar la situación actual e identificar el valor añadido que ofrece Play&go en el mercado de datos geolocalizados y cómo puede transferir esta investigación al mercado, generando una nueva línea de negocio.

La herramienta permite establecer dinámicas de juego para obtener datos, así como encuestas y preguntas a los usuarios que cualifiquen esos datos. Esa información puede complementarse con bases de datos de información geolocalizada, de modo que se obtengan patrones de uso que sea replicables a otros escenarios (Bellovin, Hutchins, Jebara, & Zimmeck, 2013). De este modo, se están empleando técnicas de localización inteligente (CARTO, 2018), que son claves a la hora de definir estos escenarios, prever tendencias y definir acciones con un alto grado de eficiencia (Fuenzalida, Buzai, Jiménez, & de León Loza, 2015).

Bibliografía:

Bellovin, S. M., Hutchins, R. M., Jebara, T., & Zimmeck, S. (2013). When Enough is Enough: Location

Tracking, Mosaic Theory, and Machine Learning. SSRN Electronic Journal. https://doi.org/10.2139/ssrn.2320019

Beltrán López, G. (2015). La geolocalización social. Revista Polígonos, 27, 97-118.

Beltrán López, G. (2016). Geolocalización online: la importancia del dónde (1ª edición). Barcelona: UOC.

Beltrán G: Del Río, J (2018), Comunicación de la industria geoespacial en Internet: los blogs de información geográfica», Tecnologías de la Información Geográfica,: perspectivas multidisciplinares en la sociedad del conocimiento, pag. 948-958, Universitat de València

CARTO. (2018). CARTO — Location Intelligence Software. Recuperado 15 de marzo de 2018, a partir de https://carto.com/

Del Río, J. (2015). La vía ecléctica de producción y consumo de datos espaciales. Revista Polígonos, 27, 119-163.

Fuenzalida, M., Buzai, G. D., Jiménez, A. M., & de León Loza, A. G. (2015). Geografía, geotecnología y análisis espacial: tendencias, métodos y aplicaciones (1a edición). Santiago de Chile: Editorial Triángulo.

VV.AA. (2013). Future trends in geospatial information management: the five to ten year vision. Recuperado a partir de http://ggim.un.org/docs/Future-trends.pdf

VV.AA. (2018a). AGI Foresight Report 2020. Recuperado a partir de https://www.agi.org.uk/news/foresightreport

VV.AA. (2018b). GeoBuiz 2018 Report. Recuperado a partir de http://www.geobuiz.com/geobuiz-2018-report.html