Neogeografía por Gersón Beltrán

La geografía es una ciencia que usa la variable espacial para hacerse preguntas y buscar respuestas. Debe ser capaz de conocer, analizar, interpretar, gestionar, dar a conocer y transformar el espacio, pero, en la Era de Internet, para conocerlo y analizarlo se requieren datos, la materia prima; para interpretarlo y gestionarlo se requieren herramientas tecnológicas y, para darlo a conocer y transformarlo, comunicación. Son tres aspectos interrelacionados e indisolubles que conforman un sistema abierto: la herramienta de la geografía en red es la tecnología, que consume datos (inputs) y produce comunicación (outputs).

Sistema Geografía en redSerie “Geografía en red: de la reflexión a la acción”

La serie «Geografía en red: de la reflexión a la acción», desarrolla estos tres grandes aspectos vinculados con las tecnologías de la información y la comunicación geográficas: la tecnología, los datos y la comunicación, conformando así una trilogía, un conjunto organizado de reflexiones conectadas y llevadas a la acción a través de buenas prácticas y ejemplos del desarrollo de la geografía en el siglo XXI.

1.- Geografía en red y tecnología: las herramientas. Internet como soporte, como base digital sobre la que se apoyan las nuevas herramientas de trabajo. Los Sistemas de Información Geográfica ya no son un elemento diferenciador, son la herramienta por antonomasia para analizar los territorios, se desdibujan en lo digital y se convierten en neoterritorios, los nuevos mapas son online y están en la nube, ayudan a la toma de decisiones a tiempo real. La tecnología geoespacial es una gran industria transversal que une los móviles que hay en la palma de nuestras manos con los satélites que sobrevuelan el espacio exterior.

2.- Geografía en red y datos: la materia prima. Un dato geolocalizado es un producto que se transforma en servicio digital tras un proceso de recogida, transformación y distribución en Internet. Es esencial conocer cómo es la incipiente industria del geodato, qué son y cómo se gestionan las fábricas de datos geográficos y qué valor económico tienen. Su tratamiento aporta información relevante, transformada en conocimiento y en inteligencia para predecir y prever los sucesos espaciales.

3.- Geografía en red y comunicación: el marketing. La nueva sociedad implica nuevos roles profesionales y es esencial que la geografía profesional sea consciente de la importancia de la geocomunicación y de la marca personal; siendo el marketing y de la comercialización herramientas de visibilización y relevancia de la geografía en Internet.

El contenido de esta trilogía lo conforman una serie de artículos y entrevistas en torno a la geografía en red y que los autores hemos publicado en los últimos diez años en nuestros respectivos blogs: www.gersonbeltran.com y La distribución de los capítulos no es cronológica en el tiempo, se pueden leer de forma organizada, solo por libros individuales o, directamente, por capítulos o artículos, todas las formas de acercarse a su lectura tienen sentido. Se trata de un contenido estructurado, lógico, coherente, pero lo suficientemente dinámico y flexible como para ser consumido como desee el lector.

Estos libros están dedicados a todos los amantes de la geografía. Pretende dar a conocer otros usos de esta hermosa ciencia e inspirar a los jóvenes a que piensen siempre de forma disruptiva. Bienvenidos al nuevo mundo surgido de Internet, bienvenidos al futuro de la geografía.Serie Geografía en red

Presentación: de la reflexión a la acción

Internet ha revolucionado nuestras vidas, es uno de los grandes cambios de la historia de la humanidad que sólo podremos analizar con una escala mayor, dentro de cientos de años, pero, sin duda, estará a la altura del descubrimiento del fuego o de la rueda, e incluso al mismo nivel que la Revolución del Neolítico.

Es indudable los cambios que ha supuesto en las personas, pero también en las empresas y los las administraciones, en definitiva, en toda la sociedad global. A nivel profesional, en el siglo XXI, ha provocado un cambio paulatino alrededor de palabras clave como la conectividad, la comunicación, la resiliencia o la ubicuidad.

Quiénes somos los responsables

Los autores de estos libros tenemos algunas diferencias, pero también cosas en común, un enfoque muy similar que nos han hecho encontrarnos en las mismas coordenadas en el nuevo mapa sin fronteras que es Internet: a diferencia de Gersón, que es un geógrafo valenciano, emprendedor y docente universitario, Jorge es un ingeniero vallisoletano y trabajador en la administración pública. Pero ambos coinciden en su amor por la geografía y por la tecnología, ambos provienen del ámbito de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y ambos tienen un blog y han autopublicado diversos libros.

Lo más interesante es que nuestra colaboración profesional es, al mismo tiempo, causa y consecuencia de la existencia de la red. Hace diez años que nos encontramos en Internet sin conocernos, entre blogs y posts comenzamos a leernos, aprendiendo uno del otro y encontrando puntos en común. El año 2011 Jorge del Río autopublicó «Mapas invisibles» y en el año 2012 Gersón Beltrán «Geolocalización y redes sociales». No fue hasta muchos años después, el año 2017, en el que nos conocimos personalmente (lo que denominamos desvirtualizarse) en el I Encuentro de Geobloggers celebrado en València gracias a la Revista Mapping. Bastó una charla de pie, con un café en la mano y mil ideas en la cabeza, para confirmar nuestra sintonía, empatía y sinergias.

Hasta ese momento habíamos coincidido publicando diversos capítulos en obras comunes como «Neogeografía: algo más que cartografía accesible», de la revista Polígonos de la Universidad de León, en el año 2015, o artículos en la Revista Mapping (2017), pero, desde ese momento, comenzamos a publicar de forma conjunta: un artículo en común sobre «Comunicación de la industria geoespacial en Internet: los blogs de información geográfica» en el Congreso de Tecnologías de Información Geográfica (2018); el capítulo «Contributions from Informal Geography to Close the Gap in Geographic Information Communication in a Digital World» en el libro Geospatial Technologies in Geography Education (2019) y el capítulo «Territorios Inteligentes y Datos Espaciales» en el libro Los territorios rurales inteligentes: administración e integración social (2019).

Por qué lo hacemos

Hemos seguido hablando y colaborando, compartiendo ideas y sueños alrededor de la geografía en este nuevo mundo, al mismo tiempo que hemos mantenido nuestros blogs, de forma más o menos irregular, en un mundo líquido y etéreo en el que lo superficial se superpone a lo profundo, la forma al contenido, el yo al nosotros, el selfie al paisaje y la geolocalización personal al mapa social, donde los blogs están siendo superados por las stories en cualquier de sus formas y nuevos canales, en los que la forma de narrar se suceden a ritmo vertiginoso. Pero, quizás por nuestra edad, seguimos pensando que la escritura es uno de los elementos que define a la raza humana y que, de alguna u otra forma, prevalecerá.

Por otra parte, vemos cómo muchas veces la enseñanza universitaria va muy lenta con respecto a la sociedad y el mercantilismo empresarial va demasiado avanzado: la una con su ritmo lento, pausado, de reflexión buscando un beneficio social, el otro con su ritmo acelerado, buscando un beneficio económico rápido sobre la empresa. La universidad produce mucho contenido y de buena calidad, pero no acaba de comunicarlo a la sociedad en los nuevos canales, ni en tiempo ni en forma; en cambio la empresa produce mucho contenido en ocasiones superficial y lo comunica muy bien. Aunque parezca lo contrario ambas visiones no son contrarias, sino complementarias, como el Yin y el Yang, una no puede vivir sin la otra y en el equilibro está el camino recto.

Los autores se encuentran atrapados entre ambos mundos: quieren reflexionar sobre el mundo que les rodea y de forma aplicada, pero también ofrecer una reflexión rigurosa y científica en el mundo empresarial, con el riesgo de ser poco académicos en un lado y demasiado en el otro. Pero, al mismo tiempo disfrutan de la libertad de poder analizar la geografía sin ningún tipo de presión, no necesitamos (ni queremos) publicar en una firma que indexe en el mundo académico, pero tampoco monetizar para hacernos ricos.

Paradójicamente, el por qué lo hacemos tiene más que ver con el corazón que con la razón, lo hacemos porque lo sentimos y porque queremos aportar algo a este mundo, formar parte del futuro, aunque sea con el tamaño de dos átomos, aportar a la geografía parte de lo que nos ha dado.

Cómo lo planteamos

Tras varios años publicando reflexiones y desarrollando acciones sobre la geografía en red, hemos decidido que sería buena idea unirlo todo en un libro, en un doble formato físico y digital, para que quede constancia de dichas reflexiones más allá de la etérea blogosfera. En este proceso, nos dimos cuenta de que más que un libro de gran volumen tan disperso, dos autores, más de 5 años y muy diversas temáticas, sería interesante plantear una serie de libros mucho más accesibles e independientes, pero siempre en torno a la geografía en red y la tecnología como elementos en común, como las dos caras de una misma moneda, como dos aspectos inseparables y complementarios, en la que la geografía siempre es el fin y la tecnología el medio.

Para qué lo hacemos

Para que el lector se haga preguntas.

Decía Einstein que lo importante es no dejar de hacerse preguntas. El desarrollo profesional de los autores se ha basado en preguntarse cómo aplicar una visión de la geografía tradicional en otros entornos: los mapas invisibles de Jorge del Río hablaron de los mapas y su relevancia en Internet, mientras que la geolocalización online de Gersón Beltrán hablaba de cómo la geolocalización podía analizar las redes sociales.

Estos libros tratan de seguir esta misma metodología científica, que al fin y al cabo viene de los principios de los filósofos griegos de cuestionarse todo. En este caso, los autores se cuestionan cuál puede ser el futuro de la geografía, reflexionando sobre cómo la geografía en red puede aportar valor en ámbitos en los que no se piensa de entrada, porque la mejor forma de construir el futuro es imaginarlo.

No se trata de crear nada nuevo, sino de adaptar la geografía clásica a la geografía del futuro a través del análisis de la geografía en red y cómo lo está transformando todo. Además, esto permitirá a los futuros geógrafos conocer nuevos nichos de mercado y plantearse posibilidades de desarrollo profesional, siempre desde el pensamiento geográfico. A los no geógrafos, estos libros intentarán ayudarles a entender como gran parte de los datos y la información son geográficos se origina en algún lugar y sirven para para mostrar realidades no siempre visibles a simple vista.

Todo va muy deprisa, seguramente cuando se lean estas palabras habrá habido una tecnología que lo cambie todo, quizás sea la supremacía de la computación cuántica que acaba de anunciar Google, las cadenas de blockchain, la substitución de los móviles por lentillas con realidad aumentada, la construcción de ciudades con impresoras 3D el desarrollo de una carta de derechos y deberes de los robots, lo que soñaron Asimov, Arthur C. Clarke o Dick ya es realidad, pero también nos acercamos a distopías como las de Orwell, Bradbury o Huxley. La buena noticia es que depende de nosotros, la tecnología no es buena ni mala en sí misma, depende del uso que se haga de ella, pero, sin duda alguna, la tecnología ha sido lo que ha hecho avanzar el mundo.

Enlaces para adquirir las publicaciones:

Serie «Geografía en Red» (Amazon España): #geografíaenred

Serie «Geografía en Red» (Amazon EE.UU.): #geografíaenred

Libro I: Geografía en red y tecnología: las herramientas #GeografíayTecnología

Libro II: Geografía en red y datos: la materia prima #GeografíayDatos

Libro III: Geografía en red y comunicación: el marketing #GeografíayComunicación

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Entrevista que me ha realizado Laura García, geógrafa y especialista en geomática,  publicada en la revista Twingeo Magazine, un espacio web de recursos para usuarios de geo-ingeniería en la conocida web Geofumadas, dirigida por Golgi Álvarez. Desde aquí quiero agradecer la entrevista, una de las más largas que me han hecho, y el hecho de permitirme reproducirla en este blog, aunque os recomiendo ver la revista completa que aporta mucha información en torno a la perspectiva geoespacial.

La perspectiva geoespacial del geógrafo

  1. Desde los inicios el geógrafo está siendo encasillado en el ámbito de acción de la cartografía, en este siglo todavía encontramos personas no entienden que puede hacer un geógrafo, y generalmente hacen la afirmación “Oh, serás profesor”. Pero podría explicar la importancia del geógrafo, es decir, ¿estamos únicamente limitados a “hacer mapas”?

Obviamente no, de hecho, en un sentido estricto, los que hacen mapas son los antiguos topógrafos o ingenieros en geomática, los geógrafos los interpretamos, para nosotros nunca son un fin, sino un medio, es nuestro lenguaje de comunicación. Un geógrafo trabaja en cinco grandes ámbitos: planificación urbanística, desarrollo territorial, tecnologías de información geográfica, medio ambiente y sociedad del conocimiento. A partir de ahí podríamos decir que somos la ciencia del donde y, por tanto, trabajamos en todos aquellos aspectos en los que se relaciona al ser humano con el entorno que le rodea y que tiene una componente eminentemente espacial. Tenemos la capacidad de ver los proyectos desde una perspectiva global a integrar las sensibilidades de otras disciplinas para poder analizar, gestionar y transformar el territorio.

 

  1. Como profesionales tenemos el interés de entender la dinámica geoespacial de forma nata, sin embargo, en estos últimos 10 años la inclusión del estudio geoespacial se ha hecho presente en otras disciplinas. Por ejemplo, vemos empresas como Bentley Systems que no solamente están creando productos orientados a la ingeniería, sino que han definido la importancia del estudio del entorno para cualquier proyecto.

De acuerdo con antes mencionado, ¿cómo considera usted que las profesiones o el ámbito geoespacial están siendo acogidas en el presente y que espera del futuro?

Creo que ya no son una promesa de futuro ni nada similar, son una realidad presente. La industria geoespacial agrupa a todas las disciplinas alrededor de las ciencias de la tierra. Hoy en día todas las empresas usan la variable espacial, sólo que algunas no lo saben. Todas tienen un tesoro que son los datos geolocalizados, solo hay que saber extraerlo, tratarlo y sacarle el valor. El futuro seguirá siendo cada vez más espacial porque todo sucede en algún lugar y es esencial introducir esta variable para tener una visión completa de cualquier ámbito.

 

  1. ¿Cuál es la importancia del trabajo interdisciplinario para cualquier proyecto geoespacial?

Yo diría que para cualquier proyecto en general, no se entiende la vida en compartimentos estancos como antiguamente, hay que analizarla como lo que es, un poliedro con múltiples caras, distintas visiones de distintos profesionales para lo que, aparentemente, es la misma cosa. Simplificando mucho y para que se me entienda, una ciudad son edificios y viales para arquitectos, arbolado para biólogos, personas para sociólogos, emociones para psicólogos, memoria para los historiadores, un espacio de aprendizaje para educadores, un circuito al aire libre para deportistas, un producto para comerciantes, un ecosistema para los geógrafos, etc. Todas las visiones son correctas siempre que se pongan en común con el resto y seamos capaces de entender que todo suma y que no existe una sola realidad ni verdad absoluta y que, la mejor forma de hacer cosas, es mezclándonos entre profesionales y enriqueciéndonos, el territorio y el medio ambiente  no entienden de fronteras artificiales, exigen soluciones globales interconectadas y eso sólo puede darse con la interdisciplinariedad.

 

  1. Sabemos que la 4ta era digital trae consigo el objetivo de conformar ciudades inteligentes en un futuro cercano. Según su criterio ¿Cómo permite el GIS la gestión efectiva de las ciudades inteligentes?, ya que todavía hay una cantidad de personas que sienten que el BIM es el más adecuado para gestionar los datos relacionados con éstas.

Si hay una herramienta que, actualmente, permite la gestión de ciudades inteligentes es, sin ninguna duda, el GIS. El concepto de dividir la ciudad en capas interrelacionadas y con una cantidad ingente de información es la base de los GIS y de la gestión espacial, al menos desde los años noventa. Para mi un BIM es el GIS de los arquitectos, muy útil, con la misma filosofía, pero a otra escala. Es muy similar a lo que antes era trabajar con los Arcgis o Autocad..

 

  1. Sumado a lo anterior, ¿Considera que la integración GIS+BIM es ideal? ¿Cuáles son los beneficios que provienen esta integración? ¿Los Gemelos digitales están dentro de este beneficio?

Al final lo ideal es poder integrarlos, porque un edificio sin un contexto carece de sentido y un espacio sin edificios (al menos en la ciudad) también. Es como integrar Google Street View en las calles con Google 360 dentro de los edificios, no tiene que haber una ruptura, tiene que ser un continuo, Lo ideal sería que un mapa nos llevara desde la Via Láctea hasta el Wifi del salón y todo estuviera interconectado por capas inteligentes. En cuanto a los gemelos digitales pueden estar o no dentro de este beneficio, al final se trata de otra forma de trabajar y, como he comentado, esto es más una cuestión de escala.

 

  1. Si pudiera elegir entre trabajar con una herramienta GIS libre, podría indicarnos ¿cuál según su experiencia ofrece mayores beneficios?

Ahora mismo no trabajo con GIS libre, así que sería justo opinar sobre algo que desconozco. Pero si que es verdad que, por compañeros y leyendo mucho, parece ser que se impone QGIS, aunque GVSIG se mantiene en Latinoamérica como los GIS por excelencia. Pero aparecen numerosas alternativas muy interesantes como GeoWE o eMapic en España. Los programadores que no provienen tanto del mundo geo trabajan con Leaflet y, otros, directamente a través de código. Bajo mi punto de vista los beneficios dependen siempre de los objetivos, yo he realizado análisis, visualizaciones y presentaciones con GIS libre y, dependiendo del objetivo, usando unos u otros. Es cierto que tiene unas ventajas sobre el GIS propietario, pero también inconvenientes, ya que exige conocimiento y tiempo de programación y, al final, eso se convierte en dinero. Al final son herramientas y lo importante es saber para qué se quiere usar y la curva de aprendizaje necesaria para hacerlo. No hay que ponerse de un lado ni de otro, sino permitir que ambos convivan y elegir la mejor herramienta para cada proyecto, que al fin y al cabo dará la mejor solución para cada problema.

 

  1. ¿Cómo considera que ha sido la evolución del SIG libre en estos últimos años y las tecnologías geoespaciales en general?, considerando que actualmente la mayoría de las tecnologías están fusionadas con Machine Learning, Realidad Virtual, Aumentada e inteligencia Artificial.

Enriquecedora y maravillosa. Efectivamente, la fusión con otras tecnologías es lo que las ha llevado a otros ámbitos, a salir de su “zona de confort” y aportar valor en otras disciplinas, se han enriquecido gracias a esta hibridación, la mejor evolución es siempre la que mezcla y no discrimina y esto también se aplica a las tecnologías geoespaciales.

En cuanto al SIG libre,  la neogeografía que comenzó hace bastantes años ha llegado a su máximo exponente en el que cualquier persona es capaz de hacer un mapa o un análisis espacial en función de sus necesidades y capacidades y eso es algo magnífico, ya que permite disponer de un amplio espectro de mapas en función de las necesidades y capacidades de cada organización.

 

  1. Los métodos y técnicas de adquisición y captura de datos ahora están siendo dirigidas a la obtención de información en tiempo real, implementando el uso de sensores remotos como los drones, Que cree que podría suceder con el uso de sensores como satélites ópticos y radar, teniendo en cuenta que la información no es inmediata.

Que se seguirán usando. Soy muy fan de los mapas a tiempo real, pero eso no significa que vayan a “matar” a la generación de información no inmediata, aunque es verdad que la sociedad consume vorazmente información, la hay que requiere esos tiempos y otra más pausa. Un mapa de un hasthtag de Twitter no es lo mismo que un mapa de acuíferos ni tiene que serlo, ambos tienen coordenadas e información geográfica, pero se mueven en coordenadas temporales muy distintas.

 

  1. Muchas veces se deja de lado a los habitantes de los espacios, lo que quieren o necesitan en su entorno. ¿Qué opina sobre la inclusión de la sociedad para el aporte de datos espaciales, relacionado con el arraigo e identidad territorial?

Lógicamente es esencial y no se tiene en cuenta tanto como se debería. Los mapas siguen siendo instrumentos de poder y el espacio se utiliza y manipula al antojo de los “tomadores de decisiones”, sean públicos o privados. La información más veraz que hay ahora mismo es la local, porque es la que uno conoce de primera mano y dispone de fuentes creíbles, es más difícil de manipular (aunque se hace) porque es real y, al mismo, tiempo es inimitable. Todos sabemos lo que pasa en las grandes capitales, pero en la esquina de mi barrio lo sabe mi gente, con la que me relaciono todos los días. Lo local es la única forma de compensar (incluso combatir) lo global.

 

  1. El día de hoy contamos con dispositivos móviles que proporcionan información muy específica del usuario, empezando el almacenamiento de datos de Geolocalización, ¿usted considera que estos datos que todos generamos a través del uso de un móvil se puede considerar un arma de doble filo? ¿Qué beneficios según su criterio aporta esta información?

Naturalmente que son un arma de doble filo, como todas las armas. Los datos son muy interesantes y estoy convencido de que nos ayudan, pero siempre bajo dos preceptos: la ética y la legislación. Si se cumplen ambos los beneficios son muy importantes, ya que el tratamiento adecuado de los datos, anonimizados y agregados, nos ayudan a conocer lo que sucede y dónde sucede, generar modelos, identificar tendencias y, con ello, realizar simulaciones y predicciones de cómo puede evolucionar.

 

  1. ¿Considera que las profesiones relacionadas con la Geomática y la gestión de Big Data serán revaloradas en el futuro cercano?, por qué?

Estoy convencido de que si, pero no tanto que haya una valoración explícita, que quizás es lo que todos los profesionales esperan, sino de forma implícita, el hecho de tener que usar las herramientas y funcionalidades de la Geomática y el Big Data ya implica una revalorización de las mismas. Como contrapartida, hay que tener en cuenta que también existe una cierta burbuja, por ejemplo en torno al Big Data, como si fuera la solución para todo y no es así, grandes volúmenes de datos de por si no tienen ningún valor y pocas empresas están convirtiendo esos datos en conocimiento e inteligencia que les ayude a la toma de decisiones y a la mejora de la eficiencia de los negocios.

 

  1. En países como Venezuela por ejemplo, donde los recursos tecnológicos para la generación de información espacial son extremadamente limitados o quizás inexistentes, que estrategia utilizaría para evitar dejar de lado la obtención de datos geoespaciales.

 Es un tema complejo, pero no quiero dejarlo todo en manos de la tecnología. Venezuela tiene a grandes profesionales de la información geográfica, lo importante es la formación, que la gente disponga de formación y posibilidades de mejorarla y la información, que tenga acceso a fuentes de información que, en estos momentos, podríamos centralizar en Internet (aunque existan otras). Si se dispone de ambas cosas hay infinitas herramientas, tutoriales, bases de datos y contactos en Internet como para obtener datos espaciales y poder trabajar con ellos y esto es extensible a todos los países.

 

  1. ¿Podría contarnos qué es Play & Go Experience? ¿Qué ofrece y qué significa este proyecto para usted?

Play&go experience es una startup española que ayuda a las organizaciones en sus procesos de transformación digital a través de soluciones tecnológicas. Trabajamos en todos los sectores, aunque especializada en el de servicios (turismo, medio ambiente, educación, salud, etc).

En Play&go experience realizamos el diseño, programación, explotación y análisis de resultados de proyectos para la mejora de la experiencia de los usuarios a través de la gamificación y de la mejora de los resultados de las organizaciones a través de los datos inteligentes.

La gamificación permite motivar a los usuarios a realizar determinadas acciones, la geolocalización fomentar desplazamientos y la realidad aumentada conectar el mundo físico y el digital. Se recopilan los datos generados, anonimizados y agregados, para convertirlos en inteligencia que responda a preguntas de negocio.

Tenemos dos tipos de servicios que engloban los distintos productos:

Gamificación: motivar a los usuarios a realizar acciones mediante guias gamificadas, plataformas de formación y juegos digitales

Inteligencia: transformar los datos obtenidos a través de plataformas tecnológicas en conocimiento e inteligencia para ayudar a la toma de decisiones de las organizaciones a través de mapas online y plataformas de Inteligencia Artificial.

Para mi este proyecto es casi mi Ikigai, ese punto intermedio entre lo que mejor sé hacer, lo que me apasiona, lo que aporta al mundo y por lo que se me paga. La empresa no es mía, estoy contratado, pero yo la siento como mía y los fundadores confían en mi como si así lo fuera, lo que me permite plantear ideas y propuestas y llevarlas a cabo. Además dispongo de flexibilidad total para conciliar con mi vida personal, que es esencial.

Además, el trabajar con una mentalidad de startup nos hace ser muy flexibles y activos, de manera que en todo momento estamos al dia de lo que sucede en el mercado: identificando tendencias futuras, replanteando servicios, probando, pivotando, fracasando y triunfando pero, sobre todo, aprendiendo sin dejar de perder nunca el foco, nuestra misión, que es ayudar a las organizaciones en sus procesos de transformación digital combinando tecnologías de geolocalización, dinámicas de juego y realidad aumentada.

 

  1. ¿Está trabajando en otro proyecto o iniciativa que quisiera compartir?

Ahora mismo no, porque estoy centrado en Play&go, formaciones online y mantengo mi blog. Pero tengo un esbozo de un nuevo libro que me encantaría poder escribir, no tengo en estos momentos tiempo para hacerlo ni es prioritario, aunque a medio plazo quiero escribirlo y publicarlo. Naturalmente estará relacionado con la tecnología geoespacial y será algo que no se ha escrito, ya que siempre pretendo aportar valor al mercado y compartirlo.

 

  1. Para aquellos que no saben que elegir como profesión, podría darle una razón de peso para tomar la Geografía en consideración. Podría enviar un mensaje de motivación para la generación de relevo

La Geografía, como ciencia, nos ayuda a responder a preguntas, en este caso relacionadas con el planeta que nos rodea: ¿por qué hay inundaciones y como evitarlas? ¿cómo se construye una ciudad? ¿puedo atraer más turistas a mi destino? ¿cuál es la mejor forma de llegar de un sitio a otro contaminando menos? ¿cómo influye el clima en las cosechas y qué puede hacer la tecnología para mejorarlas? ¿qué zonas tienen mejores tasas de empleabilidad? ¿cómo se han formado las montañas? Y así un sinfín de preguntas. Lo interesante de esta disciplina es que es muy amplia y permite tener una visión global e interrelacionada de la vida del ser humano en el planeta, que no se entiende si solo se analiza desde una perspectiva. Al final todos vivimos en un lugar y en un contexto espacial y temporal y la geografía nos ayuda a entender qué hacemos aquí y como mejorar nuestra vida y la de las personas que nos rodean. Por eso es una profesión muy práctica, como hemos visto antes, esas preguntas, que `pueden parecer filosóficas, bajan al terreno de la realidad y solucionan problemas reales de la gente. Ser geógrafo te permite mirar a tu alrededor y entender las cosas, aunque no todas o, al menos, preguntarse el por qué suceden e intentar responder, al fin y al cabo esa es la base de la ciencia y lo que nos hace humanos.

 

  1. Algo más que quisiera agregar desde su Perspectiva Geográfica.

Animar a todos a estudiar geografía, no hace falta que sea de forma formal o académica, sino a interesarse por esta ciencia. A los que se quieran dedicar a ella, que no piensen en si tendrán trabajo, en esta época de la historia el escenario de incertidumbre es tan alto que no podemos saber qué sucederá en uno o en cinco años. Que estudien, que nunca dejen de formarse y de aprender, si lo hacen en algo que les gusta serán muy buenos y, si lo son, al final encontrarán trabajo y, si no, tendrán que inventarlo o autoemplearse. En este sentido, tal y como me enseñó mi compañero Jordi Díaz, que piensen siempre que solo hay dos formas de estar en el mercado laboral: siendo una aspirina, solucionando un problema; o siendo una vitamina, aportando un valor.

El mundo es demasiado inmenso y maravilloso como para no intentar comprenderlo e integrarnos en él, hay que escuchar más a la naturaleza y seguir su ritmo para que todo se equilibre y tenga una armonía. Por último, que miren siempre al pasado para conocerlo pero, sobre todo, al futuro para soñarlo y el futuro es siempre un lugar al que queremos llegar.

La geografía profesional y el coronavirus

Hace unas semanas Gonzalo Prieto, de Geografía Infinita, me hizo llegar unas cuestiones relacionadas con la geografía profesional y el Covid-19 para unos artículos que iba a escribir. Parte de mis declaraciones aparecen en estos magníficos artículos junto a grandes geógrafos profesionales: el primero hablaba de «La geografía ante la crisis del coronavirus y el desconfinamiento» y el segundo ahondaba en la pregunta de ¿Una repoblación de la España vaciada tras el coronavirus?.

Le pedí permiso a Gonzalo para publicar el material en bruto de mi entrevista por si fuera de interés y el resultado lo comparto a continuación, agradeciéndole de nuevo el contar conmigo para estas cuestiones y todo el material tremendamente interesante de Geografía Infinita:

¿Crees que la figura profesional del geógrafo está siendo útil y reconocida en esta crisis?

Bueno, no más que anteriormente, es decir, el geógrafo tiene que ser proactivo y «venderse» el mismo, no esperar un reconocimiento social, así que, en este caso, sí se reconoce en la medida en que cada profesional indica que es geógrafo y lo que aporta en esta crisis. Y, desde luego, está siendo muy útil, sin la componente espacial no se puede entender esta crisis, sólo hay que ver que prácticamente todo lo que sale del Covid-19 lleva explícita o implícitamente un mapa para analizarlo y explicarlo.

¿De qué manera están aportando los profesionales de la Geografía durante esta crisis?

Mucho, muchísimo. Sin duda alguna esta crisis es una lección de geografía impresionante: una emergencia global (riesgos) que afecta a todos los países pero de distinta forma, cómo se gestiona (gobernanza), la clave en la movilidad, cómo afecta al mercado de trabajo y la economía, a qué sectores de población afecta más o menos, si los colectivos desfavorecidos tienen un impacto mayor, la relación con el cambio climático, la nueva educación, el teletrabajo, la gestión de recursos humanos, el suministro de recursos sanitarios, el comercio internacional, la geopolítica, etc. Y todo ello poniendo como foco el problema de la escala geográfica (desde la expansión de la pandemia, hasta la gestión de la desescalada), de lo global a lo local y viceversa y visualizándolo en mapa de todo tipo alimentados por datos geográficos obtenidos, algunos, a través de aplicaciones móviles geolocalizadas (y la gestión de la seguridad y la privacidad que ello acarrea). En fin, TODO ES GEOGRAFÍA, todo lo que he nombrado es la crisis y todo se estudia en la carrera de geografía, no sólo por separado, sino de forma holística. Los profesionales de la geografía somos los encargados de poner estos conocimientos al servicio de la sociedad para confrontar esta crisis.

¿Que papel juegan los SIG durante la crisis y después de la misma?

Es una herramienta esencial, aunque lo que se ven son mapas (algunos fascinantes, otros horripilantes) lo que hay detrás son capas de información superpuestas e interrelacionadas, es decir un SIG. Incluso en los modelos de Inteligencia Artificial se incorporan variables espaciales que permitan predecir el dónde. Otra cosa es que el GIS es de alguna forma un «comodity», es decir, ya no hace falta estar diciendo que es la herramienta que hay detrás, al igual que cuando hablamos de gráficos no hace falta contar que detrás hay estadística. Son una realidad y una herramienta imprescindible para entender un mundo complejo como el actual.

¿Esta situación puede ser una oportunidad para la geografía?

Si me permites ser algo altivo puede ser una oportunidad para la sociedad que la geografía aporte sus soluciones. El problema de la geografía no es su función como ciencia, que está claramente demostrada y aceptada, sino su visualización en la sociedad y eso tiene un problema de tamaño (somos poca masa crítica) y otro de comunicación (no hay mentalidad de marketing). Si que es verdad que en algunas redes sociales como Twitter o Linkedin se ven cada vez más geógrafos que se dejan ver y es muy bueno, la geografía informal se está consolidando, también algunos organismos y universidades muestran sus capacidades en esta crisis, pero al final hay que llegar a los tomadores de decisiones para que sea visible nuestro trabajo.

¿Puede esta situación revertir algunas tendencias como la de la aglomeración urbana de la población?

Todos indica que si, pero mi intuición y cierto pesimismo existencial me dice que no. Es decir, dicen que la gente volverá a entornos rurales, que seremos más sostenibles, usaremos más la bici y comeremos comida sana…pero me parece más bien una burbuja de marketing (es como lo de la España vaciada, que se va a seguir vaciando por muchos planes e inversiones que se hagan). En primer lugar sólo lo sabremos con datos y con cierta distancia temporal, pero tenemos poco memoria colectiva e, igual que ahora la gente en Fase 1 parece que se le ha olvidado lo que hemos pasado, luego todo seguirá más o menos igual a nivel macro. No creo que esto haga que la gente salga de las aglomeraciones urbanas, en todo caso buscarán un chalet con piscina, igual que se seguirá despilfarrando dinero público, simplemente cambiará de manos y llevará una nueva campaña de marketing detrás.  Las dinámicas espaciales son muy fuertes y requieren de tiempo y, en este caso, tengo un punto determinista: hay cosas que transcienden al ser humano y la naturaleza, si algo tiene, son ciclos. En este caso estamos en un ciclo de aglomeración urbana y le sucederá otro contrario que lo equilibre, pero no sabemos cuándo ni dónde.

«SIG Revolution: ordenación del territorio, urbanismo y paisaje», es un nuevo libro publicado por la Editorial Síntesis y coordinado por Rafael R. Termes, profesor en el departamento de Urbanismo de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en el que tengo el honor de participar con un capítulo sobre «SIG y geolocalización online».

En primer lugar quiero agradecer a Rafa Termes y a Alfonso Moya el haber confiando en mi desde hace años en la promoción online del «Máster en Sistemas de Información Geográfica aplicados a la Ordenación del Territorio, el Urbanismo y el paisaje«, que ha derivado en que me permitieran aportar un capítulo a este libro junto a grandes profesionales.

Presentación de SIG Revolution

Bajo mi punto de vista existe mucha bibliografía sobre los Sistemas de Información Geográfica, pero en este libro hay un excelente compendio que resumen muy bien las posibilidades de esta herramientas en todos los ámbitos. A la rigurosidad de un trabajo científico elaborado y coordinado desde la Universidad, se une dos partes más con aplicaciones y casos prácticos, lo que hace que sea muy útil. Además, está actualizado con nuevas herramientas y conceptos para comprender cómo evoluciona su uso en estos tiempos tan dinámicos y cambiantes.La mejor forma de introducir el libro es compartiendo las palabras de Rafa Termes:

«Posiblemente nunca hubiéramos pensado que seríamos capaces de cartografiar algo tan dinámico y concreto como el vuelo de las gaviotas en su migración anual desde los fríos inviernos del mar del Norte a las cálidas costas de África. Más difícil sería afirmar que seríamos capaces de visualizar, en función del tiempo, las distintas trayectorias que las colonias describen en su viaje estacional. Sin embargo, la atractiva cartografía que da portada a este libro, precisamente muestra estos mapas. En un proyecto donde han colaborado el Flanders Marine Institute (VLIZ), la Ghent University (UGent), la University of Antwerp junto con el Research Institute for Nature and Forest (INBO), se ha podido poner en práctica un sistema de seguimiento GPS gracias a la experiencia acumulada de 15 años en el estudio de los patrones y hábitos de movilidad de estas aves. Dicho sistema ha permitido, además, eliminar el sesgo que hasta ahora existía en la identificación basada en la percepción visual de voluntarios. Estos mapas son un ejemplo más de cómo los datos específicos y la información en general constituyen una parte fundamental de nuestra vida diaria.»

SIG y geolocalización online

A continuación comparto la introducción a mi capítulo para mostrar de qué hablo y cómo reflexiono sobre la relación entre los SIG y la geolocalización online:

En los años noventa, solo los científicos y profesionales podían usar los Sistemas de Información Geográfica (en adelante SIG) por el grado de conocimiento que requerían, así como su coste, lo que limitaba el acceso a ciertos grupos. En cambio, hoy en día, cualquier persona, con un mínimo de conocimientos, puede hacer un mapa online en la nube a un coste económico prácticamente nulo.

Este cambio tiene que ver con el desarrollo de la ciencia geográfica, que ha evolucionado en los últimos años alrededor de la geografía global y de la nueva geografía, aglutinando una serie de enfoques como la geografía automatizada (Edin, 2014), la geografía colaborativa (Ruiz i Almar, 2010), cibergeografía (Barbachán, 2009), geografía virtual (Hudson-Smith et al., 2009), geografía voluntaria (Bosque Sendra, 2015) o geoinformática (Buzai, 2014b).

Por tanto, tal y como indica este último autor, coexisten dos enfoques: una geografía global desde la difusión científica y una nueva geografía o neogeografía desde la difusión social. Tradicionalmente, los SIG han pertenecido a esta geografía global y automatizada, pero, tras la aparición de internet y la web 2.0., es posible el desarrollo de SIG online por parte de cualquier usuario de la globosfera, en lo que se ha venido a denominar la neogeografía, con un claro componente social.

Este cambio entre los SIG tradicionales y los SIG online han hecho que el concepto de geolocalización tradicional, como la representación de un objeto o persona en unas coordenadas espaciales, se haya vuelto más complejo y con más posibilidades de desarrollo cuando se habla de geolocalización online, que permite conectar el mundo físico y el mundo digital en internet a través de ciertas herramientas.

Así pues, el presente texto se enmarca dentro del enfoque de la geografía global, en tanto que trabaja desde el impacto científico de esta ciencia, muy vinculado con las nuevas tecnologías, y de la nueva geografía, ya que las herramientas de estudio implican el conocimiento del impacto social y tienen que ver directamente con la capacidad de los ciudadanos de generar y compartir información geográfica.

A continuación, se analiza la importancia que tiene la geolocalización online en la etapa actual de los SIG, como la herramienta que permite la localización de la información geográfica en internet y que, a su vez, genera datos para su consumo por parte de los usuarios.

Resumen del libro

Os dejo un resumen del libro con el índice, los autores y uno de los capítulos que ha puesto a disposición la Editorial Síntesis, de forma gratuita, a modo de ejemplo:

Hace unos meses contactaron conmigo desde la Revista Mapping, en la que tengo el honor de ser miembro de su consejo de redacción, porque estaban preparando un especial para conmemorar su número 2000 y estaban pidiendo a profesionales de diversas disciplinas que «hicieran una visión, desde su punto de vista y campo profesional, de donde estábamos hace 20 años, donde estamos ahora y donde estaremos posiblemente , bajo su punto de vista, los próximos 20 años». Para ello pensé en realizar un breve recorrido cronológico por mi desarrollo como geógrafo y el de la propia geografía en su contexto temporal.

Ayer se publicó dicho número, el  Especial Mapping 200, Vol. 29 Núm. 200 (2020): MARZO-JUNIO 2020 que está disponible para su descarga en la propia web de Revista Mapping de forma totalmente gratuita, en conjunto o, por separado, cada uno de los 50 profesionales que han escrito, entre los que se encuentran buenos amigos como Jorge del Río (Orbemapa) o Antonio Prieto, entre otros, así como parte de la comunidad Geobloggers. Una gran oportunidad para tener una visión del estado actual de las Ciencias de la Tierra y de hacia dónde pueden avanzar.

Agradecer a Marta y Miguel Ángel que siempre me tengan en cuenta para estas iniciativas y, sobre todo, su generosidad a la hora de compartir información que considero muy relevante hoy en día para comprender lo que está sucediendo en este apasionante mundo de los mapas (y, por ende, a Juan Toro y Roberto Matellanes por ponerle sentido del humor y rigurosidad).

A continuación comparto mi artículo original y el texto del mismo:

Geografía 2020

Año 2020. Crisis del Covid-19. La geografía sigue siendo tan esencial como invisible en muchos ámbitos de la sociedad. El mundo ha cambiado y la geografía con él. De repente, los mapas lo invaden todo como forma de intentar ver qué sucede, alimentados por datos geolocalizados por todo el planeta. La geografía adquiere una importancia enorme, aunque siempre ha estado ahí, es ahora cuando aparece en los medios y es que, uno de los principales problemas de esta ciencia ha sido ese, aparecer, tener visibilidad, lo que implica reconocimiento: lo que no se comunica no existe.

LA GEOGRAFÍA EN EL FINAL DE UNA ERA: AÑO 1990

Hace 30 años comenzaba a perfilar lo que quería estudiar en la Universidad y valoraba muy seriamente la geografía, tras pensar también en filosofía y sociología. Al final me decanté por la geografía y fue una gran decisión, ya que, años después, se convirtió en mi profesión y en mi pasión. Cuando acabé la carrera, me dijeron que muy pocos podían trabajar profesionalmente como geógrafos mas allá de la educación en cualquier de sus vertientes, pero nunca he dejado de hacerlo. Entonces el mundo estaba lleno de ordena- dores personales, los móviles comenzaban a aparecer en escena, la tecnología ya estaba en la empresa y se imponía cada vez más en los hogares y en las personas. La formación seguía siendo muy similar a la del siglo pasado, con clases presenciales y conferencias magistrales. No había demasiados turistas en nuestras ciudades y los estudiantes erasmus comenzaban a verse con más asiduidad. La geografía profesional luchaba por hacerse un hueco en la sociedad poco a poco, conscientes de que constituíamos una masa critica muy pequeña, pero uniéndonos para defender nuestros derechos y comunicar nuestras aportaciones a la sociedad.

LA GEOGRAFÍA AL COMIENZO UNA NUEVA ERA: AÑO 2000

Hace 20 años, ya llevaba unos años ejerciendo de geógrafo profesional y como activista en el recién crea- do Colegio Profesional de Geógrafos con mi número 0147. Tras superar el supuesto apocalipsis informático del año 2000 que nunca llegó, entrábamos de lleno en una nueva era, con Internet como líder de la «Era de la Información» y enarbolando la bandera de las Nuevas Tecnologías en este nuevo campo de juego de al aldea global. Desde entonces, las cosas han sucedido con gran celeridad, tras el Internet de las páginas web, unidireccional (web 1.0.), llegó el de los blogs y las redes sociales (web 2.0.), bidireccional y conversacional, hasta llegar al de la inteligencia artificial (¿web 3.0.?), automatizado y conectado. Fue el comienzo de una era de Internet que ha tenido y tendrá un impacto profundo en la historia de la humanidad y donde la geotecnología se convertirá en una de las industrias más potentes del mundo. Hay que tener claro que estamos al comienzo de esta era y las generaciones futuras dispondrán de la suficiente perspectiva histórica como para valorar dicho impacto.

LA GEOGRAFÍA EN RED: AÑO 2010

Hace 10 años empecé a aparecer por las redes sociales, abrí un perfil de Twitter, un blog y comencé a desarrollar lo que sería mi marca personal, siempre con la geografía como bandera y realizando una labor divulgativa y comunicativa que me ha permitido acercarme y conversar con cientos de geógrafos del planeta, incorporando términos como geocomunicación, geografía informal y emprendedurismo. Estos diez últimos años he combinado mi labor como profesor asociado en la Universitat de València (que finalizó el pasado 2019) con la de consultor con diversos proyectos propios (actualmente en Play&go experience). Eso me ha hecho tener cierta equidistancia entre ambos mundos: aportar a la empresa el método científico, tan necesario, de la Universidad y, a ésta, el pragmatismo y marketing de la empresa privada aunque, he de reconocer, que es complejo nadar entre dos mundos en ocasiones tan separados por barreras invisibles.

LA GEOGRAFÍA EN EL CONTEXTO ACTUAL: AÑO 2020

Visto con la distancia que ofrece el presente, durante estos 30 años la geografía informal y la neogeografía (social) han avanzado enormemente como un complemento a la geografía académica y científica y, ambas, han evolucionado de forma divergente. La geografía sigue siendo una ciencia, pero depende desde dónde se analice su grado de evolución o disrupción es distinto. El problema no es que en la Universidad no se den contenidos aplicados al mundo empresarial, ni que en la em- presa se usen metodologías poco científicas, no es que la gente siga más los blogs que los artículos científicos, no es que Google indexe más que la más grande de las revistas, sino que no haya un análisis conjunto de todo ello. La vida es poliédrica, con muchas caras, visiones y percepciones y, por tanto, para acercarnos a la realidad e intentar objetivarla lo más posible, hemos de integrar to- das las visiones porque ninguna es la correcta y todas lo son integradas y complementadas. Al mismo tiempo, las profesiones se están desdibujando y la transversalidad en las ciencias es más necesaria que nunca: hoy en día un mapa lo hace igualmente un geomático o topógrafo, que un geógrafo, pero también un biólogo, un arquitecto, un periodista o una ciudadano con inquietudes. La riqueza viene dada por la integración de las Ciencias de la Tierra sin importar tanto etiquetas profesionales como hechos funcionales, no importa tanto el idear como el hacer, como se suele decir: no existe la profesión del futuro, sino el profesional del futuro.

LA GEOGRAFÍA DEL FUTURO: AÑO 2050

¿Y dentro de 30 años?. Si hoy en día el mundo no se parece mucho al de hace treinta años en muchos aspectos, el mundo de dentro de otros tantos años será muy distinto, ya que los cambios se aceleran de forma geométrica, multiplicados de forma exponencial e impactando de lleno en la sociedad. Estamos a las puertas de la 5a Revolución Industrial y en plena Crisis del Covid-19, que marcará un antes y un después en la historia de la humanidad y en el que los datos se han afianzado como la nueva energía que mueve el mundo, si se me permite el símil ni se crean ni se destruyen, sólo se transforman y todo se convierte en datos: somos los datos que generamos.

Recientemente se ha publicado una conferencia que di en el TEDxUPValència en la que, precisamente, me preguntaba «¿La geografía del futuro depende de la tecnología?». Y en ésta me planteaba que, si queremos saber cómo será el futuro de la geografía, debíamos imaginar cómo sería la geografía del futuro. Para ello exploraba 10 tecnologías: datos geolocalizados, localización Inteligente, Inteligencia Artificial, blockchain, Internet de las Cosas, 5G, realidad aumentada, realidad virtual, robots, chatbots. La respuesta a la pregunta de cuál será la geografía del futuro que daba es que la base de la geografía sigue siendo la misma: los ríos, las montañas y los países, nuestro querido planeta tierra, pero el futuro de la geografía dependerá del equilibrio entre lo físico y lo digital, entre personas y robots, entre emociones y algoritmos.

Me gustaría acabar esta reflexión precisamente con la frase que cerraba mi conferencia y que resume muy bien la evolución de mi querida profesión: la tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares.

El pasado Jueves 28 de mayo tuve el placer de participar en el webinar «Mapas, geografía informal y divulgación en red», organizado por Kevin R. Wittmann (@kr_wittmann), moderado por Manel Alemany (@Cranemania) y junto a los divulgadores Jorge del Río (@orbemapa), Ana Rota (@letras_ciencia), Miguel García Álvarez (@Milhaud), Gonzalo Prieto (@geoinfinita)

Se trata de una iniciativa colaborativa, sin mas ambición que la de compartir experiencias en torno a los mapas, la geografía informal y la divulgación en red por parte de estos “activistas” de la geodivulgación en Internet. A algunos los conocía personalmente (Manel Alemany y Jorge del Río), con otros había colaborado online (Gonzalo Prieto) y al resto los seguía en Twitter con mucho interés (Ana Rot y Miguel García Álvarez), pero a todos nos une una pasión en común y creo que eso se transmitió en lo distendido de la charla.

Gracias al moderador logramos no hablar más de 5 min seguidos y que esta mesa redonda virtual fuera ágil y todos habláramos con un tiempo similar y aportáramos diversos puntos de vista que, aunque desde diversas disciplinas, al final derivaban en una misma forma de ver la divulgación en red.

A destacar el hilo de conversaciones que se generó en las redes sociales (alrededor del hashtag #geografíayredes), primero con el anuncio una semana atrás del webinar, durante el mismo en el chat el directo y, a posteriori, con toda la información y contenido que seguimos compartiendo encantados con aquellos interesados.

A continuación os dejo algunas respuestas a las preguntas que se nos plantearon y, al final del post, está el video del webinar para quien desee verlo. Muchas gracias a Kevin por “liarme” con estas cosas que me encantan, a mis compañeros por enseñarme tanto y hacerme partícipe de una comunidad de apasionados de los mapas y, sobre todo, a toda la gente que nos ha seguido y que nos ha animado a seguir divulgando en torno al mundo de los mapas y la geografía informal.

Presentación de los ponentes

Me llamo Gersón Beltrán, soy Geógrafo y me dedico a la Geolocalización, es lo que llamo mi Mundo Geo. Soy Doctor en Desarrollo Local y Territorio por la Universitat de València y trabajo como investigador, escritor, divulgador, formador a través de mi propia marca personal y como consultor en Play&go experience, una empresa española que conecta el mundo físico y online mediante la gamificación, la geolocalización y la realidad aumentada, obteniendo datos inteligentes para las organizaciones.

¿Por qué te apasionan los mapas? ¿Qué potencial les ves? ¿Cuándo surgió esa pasión?

Los mapas son el lenguaje natural del geógrafo que nos une con el entorno social y ambiental que nos rodea, pero también son una forma de expresión artística, una tecnología de información geográfica, un medio para encontrar nuestro lugar en el mundo.

El potencial que se le quiera dar, pero para mi el esencial es que permite contextualizarnos en el espacio a cualquier escala y en cualquier momento (dimensión espacio temporal), convierte la información geográfica en conocimiento y en inteligencia para tomar decisiones más racionales que nos ayuden a mejorar y transformar el mundo.

Supongo que como todos, de pequeño con los atlas de geografía y la bola del mundo, como dice Mafalda, viajando sin salir de casa, explorando y descubriendo que hay muchos países y fronteras, pero que al final hay un solo Planeta Tierra y una humanidad que lo habita, Gaia entiende de vida, no de fronteras

¿Cómo llegaste a la divulgación? ¿Te costó darle salida? ¿Qué herramientas usas para la divulgación geográfica y cuál es tu preferida?

Llegué a través de Internet y la tecnología, aunque llevo muchos años de formador y siempre me han dicho que soy muy didáctico a la hora de explicar las cosa (algo tendrá que ver que mis padres son ambos pedagogos), gracias a Internet entré en un nuevo mundo conectado donde comunicar mi percepción de la realidad como geógrafo, pero en un entorno digital.

Me costó sacarle rentabilidad, porque aquí se une la pasión y el dinero, la emoción y la razón, pero siempre he sido muy proactivo y he querido cumplir esa gran frase que dice que “eres lo que compartes”.

Herramientas todas, al final el contenido es siempre uno, lo que cambia es cómo comunicarlo: en conversaciones en Facebook, Twitter y Linkedin, en artículos en mi blog, en videos en Youtube, en Podcast en Spotify, en presentaciones en Slidehare, en imágenes en Pinterest e Instagram y en mapas online en cualquier plataforma.

¿Cómo has valorado/valoras la divulgación en red durante épocas como la que estamos pasando (cuarentena, COVID-19…)? ¿Qué proyectos de digitalización y archivos cartográficos utilizas y recomiendas?

Ahora mismo la divulgación es esencial, pero sobre todo hay que reivindicar a la ciencia, al conocimiento y al esfuerzo, como forma de combatir los bulos o fake news (o fake maps, que también los hay). El problema es que, como sigue habiendo una cierta desconexión entre la Universidad y la sociedad, se produce una paradoja inquietante: los que hacen ciencia de forma objetiva no lo comunican de forma didáctica y llegan a la ciudadanía y los que opinan de forma subjetiva tienen capacidad de llegar a mucha gente. Las personas no le preguntan la científico con más papers e indexaciones en revistas, sino a Google y al primer Youtuber que se posicione en su 1ª página.

No podría recomendar uno en concreto, hay tantos que uno se pierde, lo que si que recomiendo son dos cosas: lo esencial es saber hacer las preguntas adecuadas y conocer a los especialistas de cada cosa, no es cuestión de saber más que nadie, sino de qué cuestión me planteo y quién puede ayudarme a encontrar la información.

Por qué me gustan los mapas

Escribir un artículo de divulgación requiere tiempo y dedicación, pero, en ocasiones, me gusta escribir sobre cosas que me apetece contar, sin más pretensión que aportar mi visión sobre algún aspecto de mi vida profesional. La semana pasada estuve casi todo el día trabajando con unos mapas y, por la noche, me vino esta reflexión a la cabeza que quería compartir con quién la quiera leer.

Me gustan los mapas, aunque, como geógrafo, he de decir que no nos dedicamos sólo a hacer mapas, en realidad, para nosotros, son una herramienta de trabajo como puede ser la estadística, no son un fin en sí mismo. También es cierto que son una herramienta de comunicación en dos aspectos: en primer lugar, permiten mostrar de una forma muy visual y sencilla un trabajo geográfico complejo y, en segundo lugar, son la herramienta que une a las personas con el espacio en el que se mueven. Luego están los mapas como elemento artístico que también nos suele fascinar a los geógrafos, desde los primeros mapas sobre piedras hasta los mapas online que llevamos en los bolsillos dentro del móvil.

Pero mi reflexión no iba por aquí, cada vez estoy más pensativo (creo que se nota en mis últimas publicaciones) y más convencido de que no hay que buscar respuestas, sino saber formular bien las preguntas. Aunque no me dedico a hacer mapas, de vez en cuando “juego” con algunos mapas online, sin saber programar ni ser un experto en cartografía si que es verdad que tengo los fundamentos básicos que aprendí con los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y que me sirven de base para muchos proyectos, tal y como le dije a una profesional en Linkedin, veo la vida en capas de información.

Un mapa es mucho más que una representación de la realidad, es todo un proceso en el que se ha de identificar qué se quiere mostrar, obtener la información de la realidad digitalizada (o digitalizarla, en su caso), organizar dicha información, gestionarla y analizarla para obtener información relevante y, finalmente, mostrarla de la mejor forma posible centrándose en lo importante y teniendo en cuenta el diseño y la usabilidad. Al final, un mapa es en sí mismo un sistema abierto, con una serie de entradas (inputs) de información geolocalizada, una gestión de ésta mediante las matemáticas y una salida gráfica (output).

Volviendo al comienzo del post, ayer me di cuenta que, lo me gusta de los mapas es que generan preguntas de forma constante, me hacen pensar, provocan curiosidad e interés por obtener respuestas. Pienso en qué variables son mejores para utilizar, como puedo cruzar esas variables con otras, interpretar los resultados, plasmarlo de una forma útil para que lo pueda interpretar cualquier persona. Porque los mapas son un lenguaje en sí mismo, como la música, como las matemáticas, como la pintura.

Además, en muchas ocasiones uno se encuentra con problemas que no sabe resolver y se hace preguntas de por qué sucede esto o aquello, investiga cómo se podría solucionar y, si lo logra, qué sacrificios debe hacer el mapa, porque no siempre se puede mostrar lo que uno quiere. Y así pasa el tiempo, mucho tiempo, cruzando capas de información, cambiando colores, probando soluciones, borrando, rehaciendo, creando.

Me gustan los mapas porque me cuentan historias, me permiten hablar con quien los lee sin estar presente, puedo ser tan atrevido como para intentar predecir el futuro, reducen la realidad a lo realmente esencial que pueda ser plasmado y, al fin y al cabo, nos permiten encontrar nuestro lugar en el mundo.

¿El futuro de la geografía depende de la tecnología? ¿Hacia dónde se dirige la profesión del geógrafo?. La Geografía es la ciencia que relaciona a los seres humanos con el espacio que habita en el Planeta Tierra. Los geógrafos profesionales trabajan en 5 ámbitos: Tecnologías de Información Geográfica, planificación urbanística, desarrollo territorial, medio ambiente y Sociedad del Conocimiento. A través de estos, exploro 10 tecnologías que van a definir la geografía del futuro y nos permiten imaginar cómo será el futuro de la geografía y de la tecnología geoespacial: datos geolocalizados, Localización Inteligente, Inteligencia Artificial, blockchain, Internet de las Cosas, 5G, realidad aumentada, realidad virtual, robots, chatbots. Tal y como digo en la frase final “la tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares”.

A continuación comparto mi conferencia en la 5a edición del TEDxUPVAlència 2020, junto al texto de la misma:

Yo soy geógrafo y estoy orgulloso de ello, me encanta mi profesión. Y no, siento decepcionaros, pero no me sé los nombres de todos los ríos, las montañas ni todos los países del mundo…no soy un Trivial con patas. La geografía es mucho más, es la ciencia que estudia las relaciones entre los seres humanos y el planeta, es una ciencia que describe, analiza, explica y transforma el mundo. Hace 10.000 años el ser humano se hizo sedentario: hemos pasado de ver lo que sucede a través de la ventana de nuestra cueva, lo más cercano a nosotros,  a ver lo que sucede en la aldea global desde la ventana de nuestro móvil. La tecnología es lo que nos permite explorar y descubrir nuevos mundos y, a mí, me fascina la tecnología.

Todo está cambiando y va muy deprisa. Según el Foro Económico Mundial en 5 años, en el año 2025, habrá más máquinas inteligentes trabajando que personas…, ¿os habéis planteado cómo será el futuro de vuestra profesión en la 5ª Revolución Industrial? Yo si. Me pregunto en qué trabajarán los geógrafos, cual será el futuro de la geografía, para ello, debemos imaginar cómo será la geografía del futuro. Os invito a acompañarme en este viaje y a que, cuando hable de geografía, cambiéis esa palabra por vuestra profesión, porque al fin y al cabo esta revolución nos afecta a todos.

No vivimos sólo en el planeta Tierra, sino, al mismo tiempo, vivimos en un mundo virtual y digital: el ciberespacio:estamos en varios sitios al mismo tiempo, nos relacionamos con gente a la que nunca veremos físicamente, usamos dinero digital, nos movemos por autopistas de la información… al mundo físico de las personas hemos de integrar el mundo digital y los robots ¿existe lugar para la geografía en este nuevo mundo?

Si unimos la palabra geografía y tecnología obtenemos la geotecnología, que está más presente de lo que pensamos en nuestro día a día: desde los satélites que sobrevuelan nuestras cabezas hasta el GPS de los móviles en la palma de nuestra mano, pasando por los mapas online y la información geográfica…el 69% de las consultas de Google implican una localización específica y, este año, la industria geoespacial crecerá hasta los 72 billones de dólares en todo el mundo. Los datos geolocalizados generarán un valor de consumo de 500 billones de dólares.

Los datos…nos movemos pegados a nuestros móviles y todo queda registrado, ¿cuántas veces creéis que se graba nuestra geolocalización?… en algunos casos la localización se recolecta hasta 14.000 veces al día. Estamos pasando de un proceso de digitalización a un proceso de datificación, por ejemplo, el grupo Metallica elige dónde tocan y qué canciones en función de lo que la gente escucha en cada sitio. Spotify ya no vende canciones, sino los datos de los sentimientos y las emociones de las personas que escuchan música según cuándo las oyen y dónde las oyen. Todo esto también es geografía.

Pero además de la geotecnología, el resto de las tecnologías también impacta en la geografía: localización inteligente, Internet de las cosas, inteligencia artificial, realidad mixta, robots, etc. ¿todo esto tiene que ver con la geografía? ¿Cómo influirá la tecnología en la relación entre las personas y el espacio?

Estas preguntas son la que definirán la geografía del futuro, vamos a intentar responderlas hablando de 10 tecnologías en torno a 5 grandes ámbitos de trabajo del geógrafo profesional y, de paso, veremos con ejemplos que la geografía es mucho mas que memorizar ríos, montañas y países.

Tecnologías de la información geográfica: un geógrafo trabaja con información geográfica y ésta se basa en datos. En el futuro le daremos mucho más valor a nuestros datos geolocalizados, todos los estudios confirman que un dato que incorpore una componente espacial aumenta considerablemente su valor.

Y hablando de valor, ¿cuánto valen nuestros datos? ¿lo sabéis? Las empresas de datos de ubicación venden los datos de un usuario durante un mes por 1€ cada uno, tus datos valen 1€, con 300 € podría comprar todos vuestros datos de dónde habéis estado este último mes.

También se trabaja con big data, grandes volúmenes de datos, smart data, que son datos inteligentes, el open data nos dice que los datos deben ser públicos, abiertos y compartidos. Al uso de los datos en el espacio le llamamos localización inteligente y sirve, por ejemplo, para predecir cómo se van a mover las personas y los coches autónomos.

La geografía del futuro deberá organizar todos esos datos para encontrar las soluciones más eficientes, por ejemplo si predecimos cómo se va a mover la gente y los vehículos podemos evitar congestiones en las ciudades o reducir impactos medioambientales.

Planificación urbanística: el llamado Internet de las cosas implica que todos los objetos estarán conectados a la red, son como nodos de un sistema que emiten y reciben información de forma ininterrumpida y a tiempo real. Pero eso tiene su cara B, por ejemplo, el año 2016 se infectaron miles de aparatos domésticos con un pequeño software que dio a un hacker el control sobre los aparatos para atacar páginas web de Amazon, Netflix, The Guardian o la CNN entre otros.

La geografía del futuro se preguntará dónde están esos objetos, de qué tipo son, qué información emiten y reciben y como se relacionan e impactan en el medio, tanto medioambiental, como socioeconómico.

El Internet de las cosas se desarrollará gracias a la tecnología 5G, que implica la posibilidad futura de suministrar y consumir más datos, a tiempo real y por más usuarios al mismo tiempo. En caso de los mapas la tecnología 5G permitirá usar en nuestros móviles imágenes de satélite de alta resolución, una definición más exacta del GPS y consumir gran cantidad de datos geolocalizados.

La geografía del futuro puede desembocar en una guerra por el 5G, dependerá de quien lo controle, quién domine el 5G…¿ dominará el mundo?.

Desarrollo territorial: el concepto Smart aparece cada vez más en el vocabulario tecnológico. La inteligencia nos habla de transformar la información en conocimiento a partir de poner los datos obtenidos en un contexto espacial.

Se dice que la inteligencia artificial superará a la humana, los Emiratos Árabes Unidos ya tienen un ministro de Inteligencia Artificial, Vital es un algoritmo que pertenece al consejo de administración de una empresa de capital riesgo y Finlandia formará gratis a su población en Inteligencia Artificial básica.

La geografía del futuro se preguntará si veremos a una Inteligencia artificial gobernando una ciudad, ¿será más eficiente?, ¿tendrá emociones? y, en ese caso, ¿quien las programará? ¿Tendrá sesgos de raza, sexo o religiosos?…

Claro y todo esto nos hará preguntarnos si lo que vemos es real. La tecnología blockchain son protocolos de intercambio de información descentralizados y seguros, básicamente una tecnología que asegurará que una información geográfica es real. La geolocalización de estos intercambios debería ser una certificación digital de las coordenadas x,y,z con las que nos seguimos orientando en la actualidad, de manera que se pueda verificar desde dónde se ha realizado cada transacción.

La geografía del futuro se preguntará cuál es la mejor manera de diferenciar las coordenadas reales de los mapas falsos, porque igual que hay noticias falsas hay mapas falsos, ya que un mapa es algo subjetivo y responde siempre a unos intereses, ahora mismo hay mapas en zonas de conflicto en los que las fronteras son distintas según desde que país lo mires.

Medio ambiente: la realidad mixta une el concepto de realidad aumentada con el de realidad virtual, generando una nueva forma de ver el mundo donde, a la realidad, se le incorporan elementos digitales o creando nuevos mundos virtuales.

Podremos recrear el medio ambiente para saber cómo nos afectará el cambio climático en una zona, o una inundación y si podemos recrearlo podemos prever el impacto y anticiparnos para minimizarlo o evitarlo.

Podremos mirar un paisaje y ver cómo era antes y qué partes tiene, usar la Realidad Virtual para trasladarnos a otro lugar sin movernos y podremos interactuar sin impactar sobre el medio ambiente de ese lugar.

La geografía del futuro se preguntará si va a ser posible predecir riesgos naturales e impactos medioambientales del cambio climático viendo una representación de cómo podría suceder y evitándolo.

Las impresoras 3D permiten reproducir casi cualquier cosa en la realidad a partir de una construcción digital, desde pequeños objetos, hasta coches y casas, pasando por prótesis o elementos del cuerpo humano.

Igual que podemos recrear partes de nuestro cuerpo, ¿podremos recrear parte de una montaña en 3D? ¿O la montaña entera? ¿Podremos poner una especie de tiritas a la naturaleza para curar lo que nosotros mismos hemos herido?

La geografía del futuro usará esta tecnología para reconstruir partes de un terreno degradado o erosionado, construir maquetas en las que recreen fenómenos naturales, hacer mapas en 3D de los paisajes cuaternarios, etc.

Sociedad del conocimiento: en el futuro los robots tendrán un peso similar a los humanos en el desarrollo socioeconómico y territorial. Al igual que hoy en día se realizan censos de población, será necesario estudiar cuántos robots hay, de qué tipos, cómo se distribuyen en el territorio, cómo se mueven, qué producen, etc.

Los chatbots se relacionan directamente con servicios de comunicación que antes realizaban los humanos. Que las interacciones pasen de humano a humano, de ahí a de máquina a humano y, finalmente, de máquina a máquina, tiene consecuencias muy importantes en las relaciones sociales, económicas y, por ende, territoriales, por ejemplo ¿los chatbots podrán ser habilitados como guías locales que nos acompañen en las visitas turísticas?

La geografía del futuro analizará como afectará esto al mercado de trabajo, ya que los chatbots substituirán a trabajadores poco cualificados. Esto no significa que destruya puestos de trabajo, sino que hay que aprender a entenderse con los robots.

Para mi estas son algunas de las tecnologías que definirán la geografía del futuro y nos van a permitir imaginar el futuro de la geografía.

Horacio Capel, que el año 2008 recibió el equivalente al Nobel de Geografía, dice en sus memorias: “son muchos los futuros posibles y algunos son preferibles a otros, nosotros podemos ayudar a construirlos”.

La respuesta a la pregunta de cuál será la geografía del futuro es que la base de la geografía sigue siendo la misma: los ríos, las montañas y los países, nuestro querido planeta tierra, pero el futuro de la geografía dependerá del equilibrio entre lo físico y lo digital, entre personas y robots, entre emociones y algoritmos.

En definitiva, la tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares.

Muchas gracias

¿El futuro de la geografía depende de la tecnología?