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La geografía es una ciencia que usa la variable espacial para hacerse preguntas y buscar respuestas. Debe ser capaz de conocer, analizar, interpretar, gestionar, dar a conocer y transformar el espacio, pero, en la Era de Internet, para conocerlo y analizarlo se requieren datos, la materia prima; para interpretarlo y gestionarlo se requieren herramientas tecnológicas y, para darlo a conocer y transformarlo, comunicación. Son tres aspectos interrelacionados e indisolubles que conforman un sistema abierto: la herramienta de la geografía en red es la tecnología, que consume datos (inputs) y produce comunicación (outputs).

Sistema Geografía en redSerie “Geografía en red: de la reflexión a la acción”

La serie «Geografía en red: de la reflexión a la acción», desarrolla estos tres grandes aspectos vinculados con las tecnologías de la información y la comunicación geográficas: la tecnología, los datos y la comunicación, conformando así una trilogía, un conjunto organizado de reflexiones conectadas y llevadas a la acción a través de buenas prácticas y ejemplos del desarrollo de la geografía en el siglo XXI.

1.- Geografía en red y tecnología: las herramientas. Internet como soporte, como base digital sobre la que se apoyan las nuevas herramientas de trabajo. Los Sistemas de Información Geográfica ya no son un elemento diferenciador, son la herramienta por antonomasia para analizar los territorios, se desdibujan en lo digital y se convierten en neoterritorios, los nuevos mapas son online y están en la nube, ayudan a la toma de decisiones a tiempo real. La tecnología geoespacial es una gran industria transversal que une los móviles que hay en la palma de nuestras manos con los satélites que sobrevuelan el espacio exterior.

2.- Geografía en red y datos: la materia prima. Un dato geolocalizado es un producto que se transforma en servicio digital tras un proceso de recogida, transformación y distribución en Internet. Es esencial conocer cómo es la incipiente industria del geodato, qué son y cómo se gestionan las fábricas de datos geográficos y qué valor económico tienen. Su tratamiento aporta información relevante, transformada en conocimiento y en inteligencia para predecir y prever los sucesos espaciales.

3.- Geografía en red y comunicación: el marketing. La nueva sociedad implica nuevos roles profesionales y es esencial que la geografía profesional sea consciente de la importancia de la geocomunicación y de la marca personal; siendo el marketing y de la comercialización herramientas de visibilización y relevancia de la geografía en Internet.

El contenido de esta trilogía lo conforman una serie de artículos y entrevistas en torno a la geografía en red y que los autores hemos publicado en los últimos diez años en nuestros respectivos blogs: www.gersonbeltran.com y La distribución de los capítulos no es cronológica en el tiempo, se pueden leer de forma organizada, solo por libros individuales o, directamente, por capítulos o artículos, todas las formas de acercarse a su lectura tienen sentido. Se trata de un contenido estructurado, lógico, coherente, pero lo suficientemente dinámico y flexible como para ser consumido como desee el lector.

Estos libros están dedicados a todos los amantes de la geografía. Pretende dar a conocer otros usos de esta hermosa ciencia e inspirar a los jóvenes a que piensen siempre de forma disruptiva. Bienvenidos al nuevo mundo surgido de Internet, bienvenidos al futuro de la geografía.Serie Geografía en red

Presentación: de la reflexión a la acción

Internet ha revolucionado nuestras vidas, es uno de los grandes cambios de la historia de la humanidad que sólo podremos analizar con una escala mayor, dentro de cientos de años, pero, sin duda, estará a la altura del descubrimiento del fuego o de la rueda, e incluso al mismo nivel que la Revolución del Neolítico.

Es indudable los cambios que ha supuesto en las personas, pero también en las empresas y los las administraciones, en definitiva, en toda la sociedad global. A nivel profesional, en el siglo XXI, ha provocado un cambio paulatino alrededor de palabras clave como la conectividad, la comunicación, la resiliencia o la ubicuidad.

Quiénes somos los responsables

Los autores de estos libros tenemos algunas diferencias, pero también cosas en común, un enfoque muy similar que nos han hecho encontrarnos en las mismas coordenadas en el nuevo mapa sin fronteras que es Internet: a diferencia de Gersón, que es un geógrafo valenciano, emprendedor y docente universitario, Jorge es un ingeniero vallisoletano y trabajador en la administración pública. Pero ambos coinciden en su amor por la geografía y por la tecnología, ambos provienen del ámbito de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y ambos tienen un blog y han autopublicado diversos libros.

Lo más interesante es que nuestra colaboración profesional es, al mismo tiempo, causa y consecuencia de la existencia de la red. Hace diez años que nos encontramos en Internet sin conocernos, entre blogs y posts comenzamos a leernos, aprendiendo uno del otro y encontrando puntos en común. El año 2011 Jorge del Río autopublicó «Mapas invisibles» y en el año 2012 Gersón Beltrán «Geolocalización y redes sociales». No fue hasta muchos años después, el año 2017, en el que nos conocimos personalmente (lo que denominamos desvirtualizarse) en el I Encuentro de Geobloggers celebrado en València gracias a la Revista Mapping. Bastó una charla de pie, con un café en la mano y mil ideas en la cabeza, para confirmar nuestra sintonía, empatía y sinergias.

Hasta ese momento habíamos coincidido publicando diversos capítulos en obras comunes como «Neogeografía: algo más que cartografía accesible», de la revista Polígonos de la Universidad de León, en el año 2015, o artículos en la Revista Mapping (2017), pero, desde ese momento, comenzamos a publicar de forma conjunta: un artículo en común sobre «Comunicación de la industria geoespacial en Internet: los blogs de información geográfica» en el Congreso de Tecnologías de Información Geográfica (2018); el capítulo «Contributions from Informal Geography to Close the Gap in Geographic Information Communication in a Digital World» en el libro Geospatial Technologies in Geography Education (2019) y el capítulo «Territorios Inteligentes y Datos Espaciales» en el libro Los territorios rurales inteligentes: administración e integración social (2019).

Por qué lo hacemos

Hemos seguido hablando y colaborando, compartiendo ideas y sueños alrededor de la geografía en este nuevo mundo, al mismo tiempo que hemos mantenido nuestros blogs, de forma más o menos irregular, en un mundo líquido y etéreo en el que lo superficial se superpone a lo profundo, la forma al contenido, el yo al nosotros, el selfie al paisaje y la geolocalización personal al mapa social, donde los blogs están siendo superados por las stories en cualquier de sus formas y nuevos canales, en los que la forma de narrar se suceden a ritmo vertiginoso. Pero, quizás por nuestra edad, seguimos pensando que la escritura es uno de los elementos que define a la raza humana y que, de alguna u otra forma, prevalecerá.

Por otra parte, vemos cómo muchas veces la enseñanza universitaria va muy lenta con respecto a la sociedad y el mercantilismo empresarial va demasiado avanzado: la una con su ritmo lento, pausado, de reflexión buscando un beneficio social, el otro con su ritmo acelerado, buscando un beneficio económico rápido sobre la empresa. La universidad produce mucho contenido y de buena calidad, pero no acaba de comunicarlo a la sociedad en los nuevos canales, ni en tiempo ni en forma; en cambio la empresa produce mucho contenido en ocasiones superficial y lo comunica muy bien. Aunque parezca lo contrario ambas visiones no son contrarias, sino complementarias, como el Yin y el Yang, una no puede vivir sin la otra y en el equilibro está el camino recto.

Los autores se encuentran atrapados entre ambos mundos: quieren reflexionar sobre el mundo que les rodea y de forma aplicada, pero también ofrecer una reflexión rigurosa y científica en el mundo empresarial, con el riesgo de ser poco académicos en un lado y demasiado en el otro. Pero, al mismo tiempo disfrutan de la libertad de poder analizar la geografía sin ningún tipo de presión, no necesitamos (ni queremos) publicar en una firma que indexe en el mundo académico, pero tampoco monetizar para hacernos ricos.

Paradójicamente, el por qué lo hacemos tiene más que ver con el corazón que con la razón, lo hacemos porque lo sentimos y porque queremos aportar algo a este mundo, formar parte del futuro, aunque sea con el tamaño de dos átomos, aportar a la geografía parte de lo que nos ha dado.

Cómo lo planteamos

Tras varios años publicando reflexiones y desarrollando acciones sobre la geografía en red, hemos decidido que sería buena idea unirlo todo en un libro, en un doble formato físico y digital, para que quede constancia de dichas reflexiones más allá de la etérea blogosfera. En este proceso, nos dimos cuenta de que más que un libro de gran volumen tan disperso, dos autores, más de 5 años y muy diversas temáticas, sería interesante plantear una serie de libros mucho más accesibles e independientes, pero siempre en torno a la geografía en red y la tecnología como elementos en común, como las dos caras de una misma moneda, como dos aspectos inseparables y complementarios, en la que la geografía siempre es el fin y la tecnología el medio.

Para qué lo hacemos

Para que el lector se haga preguntas.

Decía Einstein que lo importante es no dejar de hacerse preguntas. El desarrollo profesional de los autores se ha basado en preguntarse cómo aplicar una visión de la geografía tradicional en otros entornos: los mapas invisibles de Jorge del Río hablaron de los mapas y su relevancia en Internet, mientras que la geolocalización online de Gersón Beltrán hablaba de cómo la geolocalización podía analizar las redes sociales.

Estos libros tratan de seguir esta misma metodología científica, que al fin y al cabo viene de los principios de los filósofos griegos de cuestionarse todo. En este caso, los autores se cuestionan cuál puede ser el futuro de la geografía, reflexionando sobre cómo la geografía en red puede aportar valor en ámbitos en los que no se piensa de entrada, porque la mejor forma de construir el futuro es imaginarlo.

No se trata de crear nada nuevo, sino de adaptar la geografía clásica a la geografía del futuro a través del análisis de la geografía en red y cómo lo está transformando todo. Además, esto permitirá a los futuros geógrafos conocer nuevos nichos de mercado y plantearse posibilidades de desarrollo profesional, siempre desde el pensamiento geográfico. A los no geógrafos, estos libros intentarán ayudarles a entender como gran parte de los datos y la información son geográficos se origina en algún lugar y sirven para para mostrar realidades no siempre visibles a simple vista.

Todo va muy deprisa, seguramente cuando se lean estas palabras habrá habido una tecnología que lo cambie todo, quizás sea la supremacía de la computación cuántica que acaba de anunciar Google, las cadenas de blockchain, la substitución de los móviles por lentillas con realidad aumentada, la construcción de ciudades con impresoras 3D el desarrollo de una carta de derechos y deberes de los robots, lo que soñaron Asimov, Arthur C. Clarke o Dick ya es realidad, pero también nos acercamos a distopías como las de Orwell, Bradbury o Huxley. La buena noticia es que depende de nosotros, la tecnología no es buena ni mala en sí misma, depende del uso que se haga de ella, pero, sin duda alguna, la tecnología ha sido lo que ha hecho avanzar el mundo.

Enlaces para adquirir las publicaciones:

Serie «Geografía en Red» (Amazon España): #geografíaenred

Serie «Geografía en Red» (Amazon EE.UU.): #geografíaenred

Libro I: Geografía en red y tecnología: las herramientas #GeografíayTecnología

Libro II: Geografía en red y datos: la materia prima #GeografíayDatos

Libro III: Geografía en red y comunicación: el marketing #GeografíayComunicación

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¿El futuro de la geografía depende de la tecnología? ¿Hacia dónde se dirige la profesión del geógrafo?. La Geografía es la ciencia que relaciona a los seres humanos con el espacio que habita en el Planeta Tierra. Los geógrafos profesionales trabajan en 5 ámbitos: Tecnologías de Información Geográfica, planificación urbanística, desarrollo territorial, medio ambiente y Sociedad del Conocimiento. A través de estos, exploro 10 tecnologías que van a definir la geografía del futuro y nos permiten imaginar cómo será el futuro de la geografía y de la tecnología geoespacial: datos geolocalizados, Localización Inteligente, Inteligencia Artificial, blockchain, Internet de las Cosas, 5G, realidad aumentada, realidad virtual, robots, chatbots. Tal y como digo en la frase final “la tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares”.

A continuación comparto mi conferencia en la 5a edición del TEDxUPVAlència 2020, junto al texto de la misma:

Yo soy geógrafo y estoy orgulloso de ello, me encanta mi profesión. Y no, siento decepcionaros, pero no me sé los nombres de todos los ríos, las montañas ni todos los países del mundo…no soy un Trivial con patas. La geografía es mucho más, es la ciencia que estudia las relaciones entre los seres humanos y el planeta, es una ciencia que describe, analiza, explica y transforma el mundo. Hace 10.000 años el ser humano se hizo sedentario: hemos pasado de ver lo que sucede a través de la ventana de nuestra cueva, lo más cercano a nosotros,  a ver lo que sucede en la aldea global desde la ventana de nuestro móvil. La tecnología es lo que nos permite explorar y descubrir nuevos mundos y, a mí, me fascina la tecnología.

Todo está cambiando y va muy deprisa. Según el Foro Económico Mundial en 5 años, en el año 2025, habrá más máquinas inteligentes trabajando que personas…, ¿os habéis planteado cómo será el futuro de vuestra profesión en la 5ª Revolución Industrial? Yo si. Me pregunto en qué trabajarán los geógrafos, cual será el futuro de la geografía, para ello, debemos imaginar cómo será la geografía del futuro. Os invito a acompañarme en este viaje y a que, cuando hable de geografía, cambiéis esa palabra por vuestra profesión, porque al fin y al cabo esta revolución nos afecta a todos.

No vivimos sólo en el planeta Tierra, sino, al mismo tiempo, vivimos en un mundo virtual y digital: el ciberespacio:estamos en varios sitios al mismo tiempo, nos relacionamos con gente a la que nunca veremos físicamente, usamos dinero digital, nos movemos por autopistas de la información… al mundo físico de las personas hemos de integrar el mundo digital y los robots ¿existe lugar para la geografía en este nuevo mundo?

Si unimos la palabra geografía y tecnología obtenemos la geotecnología, que está más presente de lo que pensamos en nuestro día a día: desde los satélites que sobrevuelan nuestras cabezas hasta el GPS de los móviles en la palma de nuestra mano, pasando por los mapas online y la información geográfica…el 69% de las consultas de Google implican una localización específica y, este año, la industria geoespacial crecerá hasta los 72 billones de dólares en todo el mundo. Los datos geolocalizados generarán un valor de consumo de 500 billones de dólares.

Los datos…nos movemos pegados a nuestros móviles y todo queda registrado, ¿cuántas veces creéis que se graba nuestra geolocalización?… en algunos casos la localización se recolecta hasta 14.000 veces al día. Estamos pasando de un proceso de digitalización a un proceso de datificación, por ejemplo, el grupo Metallica elige dónde tocan y qué canciones en función de lo que la gente escucha en cada sitio. Spotify ya no vende canciones, sino los datos de los sentimientos y las emociones de las personas que escuchan música según cuándo las oyen y dónde las oyen. Todo esto también es geografía.

Pero además de la geotecnología, el resto de las tecnologías también impacta en la geografía: localización inteligente, Internet de las cosas, inteligencia artificial, realidad mixta, robots, etc. ¿todo esto tiene que ver con la geografía? ¿Cómo influirá la tecnología en la relación entre las personas y el espacio?

Estas preguntas son la que definirán la geografía del futuro, vamos a intentar responderlas hablando de 10 tecnologías en torno a 5 grandes ámbitos de trabajo del geógrafo profesional y, de paso, veremos con ejemplos que la geografía es mucho mas que memorizar ríos, montañas y países.

Tecnologías de la información geográfica: un geógrafo trabaja con información geográfica y ésta se basa en datos. En el futuro le daremos mucho más valor a nuestros datos geolocalizados, todos los estudios confirman que un dato que incorpore una componente espacial aumenta considerablemente su valor.

Y hablando de valor, ¿cuánto valen nuestros datos? ¿lo sabéis? Las empresas de datos de ubicación venden los datos de un usuario durante un mes por 1€ cada uno, tus datos valen 1€, con 300 € podría comprar todos vuestros datos de dónde habéis estado este último mes.

También se trabaja con big data, grandes volúmenes de datos, smart data, que son datos inteligentes, el open data nos dice que los datos deben ser públicos, abiertos y compartidos. Al uso de los datos en el espacio le llamamos localización inteligente y sirve, por ejemplo, para predecir cómo se van a mover las personas y los coches autónomos.

La geografía del futuro deberá organizar todos esos datos para encontrar las soluciones más eficientes, por ejemplo si predecimos cómo se va a mover la gente y los vehículos podemos evitar congestiones en las ciudades o reducir impactos medioambientales.

Planificación urbanística: el llamado Internet de las cosas implica que todos los objetos estarán conectados a la red, son como nodos de un sistema que emiten y reciben información de forma ininterrumpida y a tiempo real. Pero eso tiene su cara B, por ejemplo, el año 2016 se infectaron miles de aparatos domésticos con un pequeño software que dio a un hacker el control sobre los aparatos para atacar páginas web de Amazon, Netflix, The Guardian o la CNN entre otros.

La geografía del futuro se preguntará dónde están esos objetos, de qué tipo son, qué información emiten y reciben y como se relacionan e impactan en el medio, tanto medioambiental, como socioeconómico.

El Internet de las cosas se desarrollará gracias a la tecnología 5G, que implica la posibilidad futura de suministrar y consumir más datos, a tiempo real y por más usuarios al mismo tiempo. En caso de los mapas la tecnología 5G permitirá usar en nuestros móviles imágenes de satélite de alta resolución, una definición más exacta del GPS y consumir gran cantidad de datos geolocalizados.

La geografía del futuro puede desembocar en una guerra por el 5G, dependerá de quien lo controle, quién domine el 5G…¿ dominará el mundo?.

Desarrollo territorial: el concepto Smart aparece cada vez más en el vocabulario tecnológico. La inteligencia nos habla de transformar la información en conocimiento a partir de poner los datos obtenidos en un contexto espacial.

Se dice que la inteligencia artificial superará a la humana, los Emiratos Árabes Unidos ya tienen un ministro de Inteligencia Artificial, Vital es un algoritmo que pertenece al consejo de administración de una empresa de capital riesgo y Finlandia formará gratis a su población en Inteligencia Artificial básica.

La geografía del futuro se preguntará si veremos a una Inteligencia artificial gobernando una ciudad, ¿será más eficiente?, ¿tendrá emociones? y, en ese caso, ¿quien las programará? ¿Tendrá sesgos de raza, sexo o religiosos?…

Claro y todo esto nos hará preguntarnos si lo que vemos es real. La tecnología blockchain son protocolos de intercambio de información descentralizados y seguros, básicamente una tecnología que asegurará que una información geográfica es real. La geolocalización de estos intercambios debería ser una certificación digital de las coordenadas x,y,z con las que nos seguimos orientando en la actualidad, de manera que se pueda verificar desde dónde se ha realizado cada transacción.

La geografía del futuro se preguntará cuál es la mejor manera de diferenciar las coordenadas reales de los mapas falsos, porque igual que hay noticias falsas hay mapas falsos, ya que un mapa es algo subjetivo y responde siempre a unos intereses, ahora mismo hay mapas en zonas de conflicto en los que las fronteras son distintas según desde que país lo mires.

Medio ambiente: la realidad mixta une el concepto de realidad aumentada con el de realidad virtual, generando una nueva forma de ver el mundo donde, a la realidad, se le incorporan elementos digitales o creando nuevos mundos virtuales.

Podremos recrear el medio ambiente para saber cómo nos afectará el cambio climático en una zona, o una inundación y si podemos recrearlo podemos prever el impacto y anticiparnos para minimizarlo o evitarlo.

Podremos mirar un paisaje y ver cómo era antes y qué partes tiene, usar la Realidad Virtual para trasladarnos a otro lugar sin movernos y podremos interactuar sin impactar sobre el medio ambiente de ese lugar.

La geografía del futuro se preguntará si va a ser posible predecir riesgos naturales e impactos medioambientales del cambio climático viendo una representación de cómo podría suceder y evitándolo.

Las impresoras 3D permiten reproducir casi cualquier cosa en la realidad a partir de una construcción digital, desde pequeños objetos, hasta coches y casas, pasando por prótesis o elementos del cuerpo humano.

Igual que podemos recrear partes de nuestro cuerpo, ¿podremos recrear parte de una montaña en 3D? ¿O la montaña entera? ¿Podremos poner una especie de tiritas a la naturaleza para curar lo que nosotros mismos hemos herido?

La geografía del futuro usará esta tecnología para reconstruir partes de un terreno degradado o erosionado, construir maquetas en las que recreen fenómenos naturales, hacer mapas en 3D de los paisajes cuaternarios, etc.

Sociedad del conocimiento: en el futuro los robots tendrán un peso similar a los humanos en el desarrollo socioeconómico y territorial. Al igual que hoy en día se realizan censos de población, será necesario estudiar cuántos robots hay, de qué tipos, cómo se distribuyen en el territorio, cómo se mueven, qué producen, etc.

Los chatbots se relacionan directamente con servicios de comunicación que antes realizaban los humanos. Que las interacciones pasen de humano a humano, de ahí a de máquina a humano y, finalmente, de máquina a máquina, tiene consecuencias muy importantes en las relaciones sociales, económicas y, por ende, territoriales, por ejemplo ¿los chatbots podrán ser habilitados como guías locales que nos acompañen en las visitas turísticas?

La geografía del futuro analizará como afectará esto al mercado de trabajo, ya que los chatbots substituirán a trabajadores poco cualificados. Esto no significa que destruya puestos de trabajo, sino que hay que aprender a entenderse con los robots.

Para mi estas son algunas de las tecnologías que definirán la geografía del futuro y nos van a permitir imaginar el futuro de la geografía.

Horacio Capel, que el año 2008 recibió el equivalente al Nobel de Geografía, dice en sus memorias: “son muchos los futuros posibles y algunos son preferibles a otros, nosotros podemos ayudar a construirlos”.

La respuesta a la pregunta de cuál será la geografía del futuro es que la base de la geografía sigue siendo la misma: los ríos, las montañas y los países, nuestro querido planeta tierra, pero el futuro de la geografía dependerá del equilibrio entre lo físico y lo digital, entre personas y robots, entre emociones y algoritmos.

En definitiva, la tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares.

Muchas gracias

¿El futuro de la geografía depende de la tecnología?

Las tres claves del negocio turístico no son tecnológicas

Fuente: artículo publicado originalmente en la web Con Tu Negocio

Hoy comienza una nueva edición  de FITUR en Madrid, una cita ineludible para el sector turístico en España. Cada año se observan en este escaparate los cambios que se producen en el sector turístico y muchos tienen que ver con la tecnología.

Pero más allá de hablar de tecnología, sigue habiendo un problema de fondo en los negocios y destinos turísticos, ya que ésta es una herramienta y nunca un fin y muchas veces ambos conceptos se confunden.

Así pues, nos encontramos con que muchos negocios tienen un problema de base en la configuración, promoción y distribución de su producto turístico que no va a solucionar la tecnología.

Puede parecer una obviedad, pero para un negocio o destino es necesario atender a tres aspectos: oferta, demanda y distribución.

1. Oferta: Es necesario tener claros los objetivos, que suelen ser ganar dinero o atraer turistas al destino, pero han de ser objetivos muy definidos y claros, ya que de ello depende la eficiencia de las acciones que tomemos a posteriori. Por tanto, los objetivos en Internet pueden ser muchos, depende de la función corporativa, tal y como explica Juan Sobejano: investigación, marketing, ventas, soporte y desarrollo de negocio. Dependiendo de qué función desarrolle nuestro negocio, se asociará con unos objetivos y unas herramientas.

2. Demanda: Ya no basta con vender al público en general, hay que microsegmentar la demanda, hay que dar a cada cliente lo que busca en una evolución de lo que se llamó “toyotismo”, “just in time” o “producción ajustada” en la industria del automóvil.

Es preciso conocer al cliente y nada mejor que las redes sociales para conversarcon él y acercarnos de forma natural, no se trata de vender lo mismo a todo el mundo, sino de saber qué tipologías de clientes tenemos para ofrecerles unos servicios o productos adaptados a sus necesidades.

3. Distribución: Antiguamente se vendía de forma directa desde el escaparate, posteriormente apareció el teléfono y el correo electrónico y, de forma indirecta, se vendía a través de intermediarios.

Hoy en día todo ha cambiado y ya no se distribuye por un solo canal sino por varios (mulitcanal). De ahí que si queremos estar donde está el cliente, hay que tener presencia en cada uno de estos canales y hacer un esfuerzo en la distribución multicanal.

El cliente accede a nuestro negocio a pie de calle, por teléfono, por correo electrónico, a través de la web, por el móvil, por OTA (Online Travel Agencies) o intermediarios, por cada una de las redes sociales (Facebook, Twitter, Google Plus, Linkedin, Instagram, Pinterest, Youtube, WordPresss, Tumblr, etc.), por la reputación online(Tripadvisor, Booking, Google Local, Foursquare, Yelp, etc).

En resumen, por mucha tecnología que incorporemos, por mucho Internet de las cosas, no hay que olvidar que el centro está siempre en las personas y que el negocio debe basarse en unos parámetros muy concretos en los que hay que pensar antes de cualquier acción, por lo que recomiendo el tradicional lápiz y papel antes de emprender alguna acción:

1.- Pensar los objetivos de nuestro negocio para establecer una oferta concreta de nuestros productos y/o servicios.
2.- Pensar los distintos tipos de clientes a quien nos dirigimos para segmentar la demanda.
3.- Pensar dónde vamos a realizar la distribución de nuestros productos o servicios.

A partir de aquí ya podemos entrar en otras consideraciones y plantear necesidades. ¿Empezamos?, ¿tienes ya el lápiz y el papel? Adelante…

Las tres claves del negocio turístico no son tecnológicasFoto: