Territorios inteligentes y datos espaciales es el capítulo que he escrito junto a mi buen amigo Jorge del Río Sanjosé, en el libro «Los territorios rurales inteligentes: administración e integración social, coordinado por Mª Teresa Cantó López, Vicerrectora de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad de Alicante y editado por Thomson Reuters Aranzadi. Es fruto de las reflexiones que se hicieron en unas jornadas el pasado año, en las que estuve invitado por Antonio Martinez Puche, gran geógrafo y amigo, profesor titular de Geografía en la Universidad de Alicante y director del Máster DELEITE. A todos ellos les agradezco la oportunidad de publicar este capítulo.

Desde hace años que me dedico al mundo rural, tanto profesionalmente durante mucho tiempo, hasta la culminación en mi Tesis Doctoral sobre «Los municipios turísticos del interior de la Comunitat Valenciana en Internet» y mi último libro «Turismo rural online: páginas web y redes sociales». Siempre me ha gustado ser muy riguroso en mi trabajo, la siguiente evolución del mundo rural viene dada por el concepto de inteligencia, pero no como una moda o una palabra vacía, sino analizando con rigurosidad qué significa y cómo se puede aplicar en este entorno.

A continuación os dejo el texto de introducción del capítulo «Territorios inteligentes y datos espaciales», con algunas de nuestras reflexiones, aunque os recomiendo adquirir el libro porque, tanto este capítulo, como el esto del libro, tiene aportaciones muy interesantes y, sobre todo, serias y científicas sobre la inteligencia territorial.

II.- LOS TERRITORIOS RURALES ANTE LA NUEVA GEOGRAFÍA

A.- EL PROBLEMA DE SU DESARROLLO EN UN MUNDO URBANIZADO

Desde hace años los territorios rurales se enfrentan a un desafío, basado en su supervivencia en un mundo urbanizado. A sus problemas de desarrollo económico, debido, entre otros aspectos, a un excesivo peso del sector agrícola, en el que se genera un desarrollo económico de bajo valor añadido; se une el problema de la despoblación, ya que estos territorios cada vez tienen menos población y, la que queda, tiene un alto grado de envejecimiento. Además, los modos de vida urbanos se han incorporado a los territorios rurales, hacieno que pierdan parte de su idiosincrasia y su cultura local, que son los principales valores diferenciadores con respecto a otros territorios.

Desde los años noventa, en España, los fondos europeos han intentado revertir esta situación mediante ayudas económicas, con las que se han desarrollado numerosos proyectos con mayor o menor grado de impacto pero, desde luego, sin que hay habido un impacto como se esperaba en dichos territorios o, al menos, sin que hayan conseguido ralentizar la despoblación de los espacios rurales.

En este último año 2018, se han escuchado muchas voces que reivindican un cambio de política para sostener y hacer que muchos territorios rurales sobrevivan. Pero, más allá de los titulares de los periódicos y el impacto puntual que esta problemática tiene en los medios, la realidad es que las cifras siguen mostrando que cada vez hay pueblos que están desapareciendo y no parece que las políticas actuales hayan logrado mitigar esta transformación.

La región, situada en una escala ligada al territorio, se encuentra en una escala intermedia entre lo global y lo local. La globalización ha dirigido la atención del público y los medios de comunicación hacia temas de ámbito internacional y locales. El interés por la escala intermedia y los procesos que suceden en ella ha decaído.

El territorio inteligente ofrece una oportunidad o vía de salida a esta situación. La secretaria de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital (SESIAD) destacó la oportunidad que ofrece el desarrollo inteligente para “buscar soluciones tecnológicas que abarquen todo el territorio, sobre todo a los rurales, que están en peligro de aislamiento territorial y de obsolescencia económica”.

B.- LA OPORTUNIDAD DE INTERNET Y LA GLOBALIDAD

A finales de los años noventa, la aparición de Internet supuso otro revulsivo en estos territorios, que disponen de una oportunidad para potenciar su desarrollo pero que, sin una adecuada estrategia, puede suponer una amenaza. En estos momentos la competencia de estos territorios es global, Internet supone la oportunidad de acceder a este mercado global en igualdad de condiciones, pero también la amenaza que les supone competir con otros territorios en un mercado más desigual.

Internet supone una revolución tan grande como lo fue la revolución neolítica hace 10.000 años, la industrial hace unos siglos o la de la información del siglo pasado. No sólo está transformando los modos de producción, sino la división del trabajo y las estructuras industriales y postindustriales están siendo superadas por una modernidad líquida.

La cibergeografía aparece como un nuevo escenario en el que el mundo físico y el digital se integran en uno solo, los territorios no sólo son físico, sino digitales y del desarrollo de éstos de forma equilibrada depende su desarrollo en el mundo globalizado.

Superada el ciclo de la web 2.0. y los medios sociales, entramos en un nuevo horizonte basado en el Internet del todo, la conectividad y la inteligencia artificial. Un nuevo escenario se abre paso en las sociedades postindustriales y, por ende, en los territorios rurales de éstas.

Muchos territorios rurales están entrando en la era de la digitación y ya se está hablando de otro cambio, todo va muy deprisa y, por ello, se habla de inteligencia de los territorios como un nuevo paradigma, igual que en los años 80 fue el estado del bienestar o los noventa el desarrollo sostenible.

C.- LA EVOLUCIÓN SERÁ INTELIGENTE O NO SERÁ

En este contexto, un concepto que se está imponiendo desde hace algunos años es el de las smart cities, las ciudades inteligentes. A partir de éste se ha trasladado a otros entornos como el turístico, hablado de Smart Destinations o destinos turísticos inteligentes. Otra de las evoluciones nos lleva al término de Smart Rural o territorios rurales inteligentes, intentando trasladar estos términos a una realidad que puede tener elementos comunes pero que, en esencia, es bastante distinta o, al menos, deben ser tenidas en cuenta sus particularidades.

Como todos los conceptos que surgen en la postmodernidad, éste es integrado y fagocitado por el sistema, haciendo que se genere una gran expectativa sobre términos que no se han asentado científicamente, en el que se elaboran manuales estratégicos y operativos que, al trasladarse al mercado, van acompañados de subvenciones o ayudas públicas.

Los territorios comienzan a desarrollar actuaciones en el ámbito de la tecnología, lo que implica que son económicamente muy elevadas y sobre las que los políticos se interesan por la imagen pública que les aporta.

Pero, en realidad, no se sabe bien qué supone y, al igual que pasó con el desarrollo sostenible, se piensa en los territorios inteligentes como un producto antes que como un proceso.

Esto nos lleva a una reflexión y es que la inteligencia se parece mucho a la forma tradicional de gestionar los recursos en los territorios rurales, basándose en un desarrollo verdaderamente sostenible con el medio que los sustenta, pero con un criterio económico, en el que la especialización del territorio es clave.

Igualmente, la toma de decisiones pública en los espacios rurales se asemeja bastante a lo que llamamos gobernanza de las smart cities, ya que el tejido social hace que las decisiones puedan ser más compartidas entre los miembros de la comunidad y sobre todo, más cercanas a su realidad.

Índice
1.- Introducción
2.- Los territorios rurales ante la nueva geografía
3.- El concepto de territorios inteligentes
4.- El valor de los datos espaciales
5.- La inteligencia aplicada a los datos espaciales
6.- Herramientas para la gestión de los datos espaciales
7.- Conclusiones: la inteligencia va de los datos al conocimiento
8.-Bibliografía