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Hace unos meses contactaron conmigo desde la Revista Mapping, en la que tengo el honor de ser miembro de su consejo de redacción, porque estaban preparando un especial para conmemorar su número 2000 y estaban pidiendo a profesionales de diversas disciplinas que «hicieran una visión, desde su punto de vista y campo profesional, de donde estábamos hace 20 años, donde estamos ahora y donde estaremos posiblemente , bajo su punto de vista, los próximos 20 años». Para ello pensé en realizar un breve recorrido cronológico por mi desarrollo como geógrafo y el de la propia geografía en su contexto temporal.

Ayer se publicó dicho número, el  Especial Mapping 200, Vol. 29 Núm. 200 (2020): MARZO-JUNIO 2020 que está disponible para su descarga en la propia web de Revista Mapping de forma totalmente gratuita, en conjunto o, por separado, cada uno de los 50 profesionales que han escrito, entre los que se encuentran buenos amigos como Jorge del Río (Orbemapa) o Antonio Prieto, entre otros, así como parte de la comunidad Geobloggers. Una gran oportunidad para tener una visión del estado actual de las Ciencias de la Tierra y de hacia dónde pueden avanzar.

Agradecer a Marta y Miguel Ángel que siempre me tengan en cuenta para estas iniciativas y, sobre todo, su generosidad a la hora de compartir información que considero muy relevante hoy en día para comprender lo que está sucediendo en este apasionante mundo de los mapas (y, por ende, a Juan Toro y Roberto Matellanes por ponerle sentido del humor y rigurosidad).

A continuación comparto mi artículo original y el texto del mismo:

Geografía 2020

Año 2020. Crisis del Covid-19. La geografía sigue siendo tan esencial como invisible en muchos ámbitos de la sociedad. El mundo ha cambiado y la geografía con él. De repente, los mapas lo invaden todo como forma de intentar ver qué sucede, alimentados por datos geolocalizados por todo el planeta. La geografía adquiere una importancia enorme, aunque siempre ha estado ahí, es ahora cuando aparece en los medios y es que, uno de los principales problemas de esta ciencia ha sido ese, aparecer, tener visibilidad, lo que implica reconocimiento: lo que no se comunica no existe.

LA GEOGRAFÍA EN EL FINAL DE UNA ERA: AÑO 1990

Hace 30 años comenzaba a perfilar lo que quería estudiar en la Universidad y valoraba muy seriamente la geografía, tras pensar también en filosofía y sociología. Al final me decanté por la geografía y fue una gran decisión, ya que, años después, se convirtió en mi profesión y en mi pasión. Cuando acabé la carrera, me dijeron que muy pocos podían trabajar profesionalmente como geógrafos mas allá de la educación en cualquier de sus vertientes, pero nunca he dejado de hacerlo. Entonces el mundo estaba lleno de ordena- dores personales, los móviles comenzaban a aparecer en escena, la tecnología ya estaba en la empresa y se imponía cada vez más en los hogares y en las personas. La formación seguía siendo muy similar a la del siglo pasado, con clases presenciales y conferencias magistrales. No había demasiados turistas en nuestras ciudades y los estudiantes erasmus comenzaban a verse con más asiduidad. La geografía profesional luchaba por hacerse un hueco en la sociedad poco a poco, conscientes de que constituíamos una masa critica muy pequeña, pero uniéndonos para defender nuestros derechos y comunicar nuestras aportaciones a la sociedad.

LA GEOGRAFÍA AL COMIENZO UNA NUEVA ERA: AÑO 2000

Hace 20 años, ya llevaba unos años ejerciendo de geógrafo profesional y como activista en el recién crea- do Colegio Profesional de Geógrafos con mi número 0147. Tras superar el supuesto apocalipsis informático del año 2000 que nunca llegó, entrábamos de lleno en una nueva era, con Internet como líder de la «Era de la Información» y enarbolando la bandera de las Nuevas Tecnologías en este nuevo campo de juego de al aldea global. Desde entonces, las cosas han sucedido con gran celeridad, tras el Internet de las páginas web, unidireccional (web 1.0.), llegó el de los blogs y las redes sociales (web 2.0.), bidireccional y conversacional, hasta llegar al de la inteligencia artificial (¿web 3.0.?), automatizado y conectado. Fue el comienzo de una era de Internet que ha tenido y tendrá un impacto profundo en la historia de la humanidad y donde la geotecnología se convertirá en una de las industrias más potentes del mundo. Hay que tener claro que estamos al comienzo de esta era y las generaciones futuras dispondrán de la suficiente perspectiva histórica como para valorar dicho impacto.

LA GEOGRAFÍA EN RED: AÑO 2010

Hace 10 años empecé a aparecer por las redes sociales, abrí un perfil de Twitter, un blog y comencé a desarrollar lo que sería mi marca personal, siempre con la geografía como bandera y realizando una labor divulgativa y comunicativa que me ha permitido acercarme y conversar con cientos de geógrafos del planeta, incorporando términos como geocomunicación, geografía informal y emprendedurismo. Estos diez últimos años he combinado mi labor como profesor asociado en la Universitat de València (que finalizó el pasado 2019) con la de consultor con diversos proyectos propios (actualmente en Play&go experience). Eso me ha hecho tener cierta equidistancia entre ambos mundos: aportar a la empresa el método científico, tan necesario, de la Universidad y, a ésta, el pragmatismo y marketing de la empresa privada aunque, he de reconocer, que es complejo nadar entre dos mundos en ocasiones tan separados por barreras invisibles.

LA GEOGRAFÍA EN EL CONTEXTO ACTUAL: AÑO 2020

Visto con la distancia que ofrece el presente, durante estos 30 años la geografía informal y la neogeografía (social) han avanzado enormemente como un complemento a la geografía académica y científica y, ambas, han evolucionado de forma divergente. La geografía sigue siendo una ciencia, pero depende desde dónde se analice su grado de evolución o disrupción es distinto. El problema no es que en la Universidad no se den contenidos aplicados al mundo empresarial, ni que en la em- presa se usen metodologías poco científicas, no es que la gente siga más los blogs que los artículos científicos, no es que Google indexe más que la más grande de las revistas, sino que no haya un análisis conjunto de todo ello. La vida es poliédrica, con muchas caras, visiones y percepciones y, por tanto, para acercarnos a la realidad e intentar objetivarla lo más posible, hemos de integrar to- das las visiones porque ninguna es la correcta y todas lo son integradas y complementadas. Al mismo tiempo, las profesiones se están desdibujando y la transversalidad en las ciencias es más necesaria que nunca: hoy en día un mapa lo hace igualmente un geomático o topógrafo, que un geógrafo, pero también un biólogo, un arquitecto, un periodista o una ciudadano con inquietudes. La riqueza viene dada por la integración de las Ciencias de la Tierra sin importar tanto etiquetas profesionales como hechos funcionales, no importa tanto el idear como el hacer, como se suele decir: no existe la profesión del futuro, sino el profesional del futuro.

LA GEOGRAFÍA DEL FUTURO: AÑO 2050

¿Y dentro de 30 años?. Si hoy en día el mundo no se parece mucho al de hace treinta años en muchos aspectos, el mundo de dentro de otros tantos años será muy distinto, ya que los cambios se aceleran de forma geométrica, multiplicados de forma exponencial e impactando de lleno en la sociedad. Estamos a las puertas de la 5a Revolución Industrial y en plena Crisis del Covid-19, que marcará un antes y un después en la historia de la humanidad y en el que los datos se han afianzado como la nueva energía que mueve el mundo, si se me permite el símil ni se crean ni se destruyen, sólo se transforman y todo se convierte en datos: somos los datos que generamos.

Recientemente se ha publicado una conferencia que di en el TEDxUPValència en la que, precisamente, me preguntaba «¿La geografía del futuro depende de la tecnología?». Y en ésta me planteaba que, si queremos saber cómo será el futuro de la geografía, debíamos imaginar cómo sería la geografía del futuro. Para ello exploraba 10 tecnologías: datos geolocalizados, localización Inteligente, Inteligencia Artificial, blockchain, Internet de las Cosas, 5G, realidad aumentada, realidad virtual, robots, chatbots. La respuesta a la pregunta de cuál será la geografía del futuro que daba es que la base de la geografía sigue siendo la misma: los ríos, las montañas y los países, nuestro querido planeta tierra, pero el futuro de la geografía dependerá del equilibrio entre lo físico y lo digital, entre personas y robots, entre emociones y algoritmos.

Me gustaría acabar esta reflexión precisamente con la frase que cerraba mi conferencia y que resume muy bien la evolución de mi querida profesión: la tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares.

La importancia del dónde

La Revista Mapping, de la que soy colaborador, ha publicado en su número 183 un especial sobre el I Encuentro Nacional de Geobloggers, en el que publica una serie de artículos de presentación de los blogs de los participantes en un descargable denominado Mundo Blog.

Uno de esos blogueros soy yo mismo, que tengo el placer de hablar de cómo y por qué surgió este blog. A continuación dejo el texto literal del artículo y una copia del mismo para quien le pueda interesar, ya sabéis, «eres lo que compartes».

La importancia del dónde

«No recuerdo muy bien cuando decidí hacerme bloguero, pero sí que nació de una inquietud. Siempre me han interesado las nuevas tecnologías y, allá por el año 2010, conocí medios sociales como Facebook y Twitter, interesándome por las posibilidades de comunicación que ofrecían, así como todo lo relacionado con mi profesión, la geografía, donde se hablaba de mapas online gracias a Google Maps y Google Earth.

Me di cuenta de que no había geógrafos hablando de este mundo online desde el punto de vista de la geografía, como ciencia que estudia la Tierra y sus interacciones, donde Internet y la sociedad red configuraban un nuevo escenario, el ciberespacio, y donde los mapas ya no sólo los hacían profesionales sino cualquier persona tenía capacidad de hacerlo, en lo que se denomina neogeografía.

Por tanto, mi blog está relacionado directamente con mi desarrollo profesional como geógrafo en la red y que posteriormente derivaría en la creación de una marca personal. Se trata pues, de un blog personal, pero con un cariz profesional: comenzó en gersonbeltran.worpress.com en diciembre del 2008 y, en septiembre de 2013, derivó en gersonbeltran.com, ya que tener un dominio propio me daba muchas más posibilidades de desarrollo y posicionamiento.

Pero, como no todo es Internet, en el año 2012 se me ocurrió publicar una selección de mis posts organizados en ocho capítulos en forma de libro que acabé autoeditando. Dos años después (2014), hice lo mismo con los artículos de un blog en el que colaboré varios años, Con tu Negocio, de Movistar. Finalmente, en el año 2016, publiqué con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) el libro “La geolocalización online: la importancia del dónde”. Al fin y al cabo, los artículos de un blog tienen siempre una cierta coherencia y, sumados, conforman un libro. Además, no todo ha de quedar en la nube, también es importante fijar los contenidos en papel, tener una visión 360 que una offline y online como las dos caras de una misma moneda.

Mi blog es el lugar en el que se encuentra centralizada mi vida online, donde interactúo y hablo de geolocalización, geomarketing y geoturismo. Al mismo tiempo es una página web con el Currículum Vitae digital y es el espacio donde se unen mis contenidos y mis conversaciones. Hablo de la importancia del dónde, porque vivimos un mundo en constante cambio que es social, donde compartimos todo en los medios sociales, local, ya que lo hacemos desde un lugar concreto y en movilidad. Porque todo sucede en algún lugar. Porque sin la geografía no estás en ningún sitio. Porque, como dice Andy Stallman, “no podemos utilizar viejos mapas para explorar un nuevo mundo”. Por todo ello, la geografía adquiere una nueva dimensión en Internet y las tecnologías geoespaciales son las herramientas que nos permiten movernos en este mundo hiperconectado.

Por último, tener un blog es también sinónimo de autogestión y eso es sinónimo de libertad. Gracias a un blog puedes contar lo que quieras al mundo y compartirlo. Mi blog se basa en generar un contenido, que yo considero de valor, que aporta algo a la sociedad y compartirlo (“eres lo que compartes”, Enrique Dans). En definitiva, hablo de la importancia del dónde, y, como dice Genís Roca, «yo soy de donde participo».