El periodismo de siempre
Este Domingo apareció un reportaje en el periódico Levante-El mercantil valenciano donde se hablaba del vivero de la Cámara de Comercio de Valencia donde estamos incubados desde principios de año como Geoturismo. Esta noticia me sugiere unas reflexiones que quiero compartir: el hecho de la noticia en sí en un periódico en papel, además de la lógica curiosidad de verse en prensa, a sabiendas de que es algo etéreo y no tiene más importancia que la publicidad que pueda dar (lo del ego me temo que no es mi estilo), me interesa observar cómo las noticias offline siguen generando gran atracción en los medios online. Pasa igual con los libros, por mucho que estemos en Internet y defendamos que es el medio idóneo y revolucionario del periodismo del siglo XXI, cualquier noticia en un medio «convencional» como es prensa, radio o televisión tiene muchas más repercusión incluso entre la gente más dospuntocero. Entiendo que este hecho está bastante relacionado con la burbuja y la forma de entender la comunicación, vendemos Internet pero alabamos la calle, al final no es más que reproducir ciertas actitudes tradicionales en un medio novedoso, por tanto no hemos cambiado tanto, tal y como dice Adolfo Plasencia no se trata de un cambio tecnológico sino cultural y ahí nos queda camino que recorrer. En este sentido me identifico mucho (salvando las distancias, yo no soy un profesional del periodismo en absoluto) con Pablo Herreros, de Goodwill Comunicación, que en sus conferencias habla siempre de este mundo de Internet como una evolución lógica pero que tiene mucho de involución, cómo lo que te aporta este mundo es, entre otras cosas, menos horas de sueño y una creciente esquizofrenia y que no debemos rechazarlo en absoluto, sino más bien adaptarlo a nosotros con total normalidad pero también siendo serios y rigurosos, no es la panacea, no es el no va más, es una herramienta increíble para el periodismo pero lo importante es quien maneja esa herramienta y cómo lo hace. De nuevo volvemos al sentido común y, cuando alguien de nuestro mundo dospuntocero sale en prensa, utilizamos Twitter y Facebook para dirigir a la gente hacia el papel ese sobre el que auguramos su decadencia, en una curiosa paradoja, si sale en prensa escaneamos el artículo, si es en la televisión buscamos el programa grabado y si es en la radio sintonizamos el dial para escucharlo y lo movemos por la red confirmando que seguimos,de alguna forma, idolatrando al periodismo de siempre.
Mil gracias por la cita, Gersón!
Es graciosa la paradoja, con la que me identifico mucho. Espuma y más espuma que sigo viendo, en un mundo en el que caemos mal por decirlo cien veces mientras otros dicen que no, que es el no va más y que el mundo offline está muerto (sí, luego se matan por salir en ese mundo 1.0). En fin, gracias por la sensatez. Así repartimos las leches y tocamos a una cada uno.
Pero tranquilo, que la realidad va a ir normalizando todo y espero que en camino quede el poso de quién vende milongas y quién no. Por el camino, todos tenemos que seguir esforzándonos en adaptarnos al nuevo entorno y en que la vida 2.0 no nos coma por los pies. Porque a fin de cuentas, lo más importante sigue siendo ese bocata de calamares que te tomas con tu amigo del alma y los dedos llenos de grasa. ¡Que no se nos olvide! Un abrazo 😉
Muchas gracias Pablo, efectivamente nos podríamos dividir entre los que nos gusta comer calamares y a los que les gusta vender el pescado incluso antes de capturarlo e incluso servirlo sin ROI-mayonesa, aunque nos quieran hacer creer que tiene un ROI-mayonesa increíble. Tu amigo del alma es es que ni siquiera tienes en Facebook agregado pero que aparece cuando más lo necesitas para darte un abrazo no? jeje. Pues eso, me quedo con mi ración de leches y de bocata, una de cal y otra arena, como la vida misma 🙂 Un abrazo
Sabia reflexión y curiosa paradoja, quiero creer que el hecho de que todo ese periodismo del 1.0 tenga tanta repercusión en el 2.0 es por el hecho de que es real y se puede tocar. Tras años trabajando los sentidos con Casitodoslosentidos he descubierto que el ser humano adora la tecnología pero no dejamos de ser primates que necesitamos tener «algo» en nuestras manos que confirme esa «realidad» que estamos sintiendo, nos cuesta tanto dejar a un lado ese «ver» o ese «tocar» que lo que produce nuestra mente pasa a la carpeta «imaginando».
Al fin y al cabo el 2.0 no deja de ser el reflejo virtual de la realidad, bendita realidad, sin la cual no habría conocido a personas tan grandes como las que voy conociendo y con las que interactuo Online y Offline, no olvidemos, como dice Pablo, que es importante sentir la mahonesa cayendo por nuestra comisura ;).
Un abrazo virtual
Muchas gracias Juanra, me quedo con lo de bendita realidad, visto lo visto más vale pájaro en mano que ciento volando no? O era Más vale twittero desvirtualizado que cientos de followers? Un fuerte abrazo